Paseo a Superga


Hoy, les propongo que salgamos de la ciudad y vayamos a visitar uno de los sitios más emblemáticos de Turín: la Basílica de Superga.

Nuestro punto de partida será la Stazione Sassi, ubicada frente a la Piazza Gustavo Modena, en el sector noreste de la ciudad, donde comienzan las colinas. Allí vamos a tomar el tranvía que nos llevará hasta la cima de la colina de Superga. 



El tranvía de cremallera, que sustituyó el tren funicular inaugurado en 1884, fue puesto en servicio en 1934.

El recorrido se desarrolla a lo largo de 3100 metros desde la estación Sassi (225m sobre el nivel mar) y la estación Superga (650m sobre el nivel del mar). La primera parada es en el apeadero Fermata Raddoppio y la segunda, en la Fermata Pian Gambino 

Fermata Raddoppio
El tramo final, entre la parada Pian Gambino y la estación de Superga es el de más fuerte inclinación (21%).

Fermata Pian Gambino
A medida que vamos subiendo, podemos apreciar las hermosas casas y villas de veraneo que se levantan sobre las laderas de la colina.


Finalmente, llegamos a la estación de Superga.


Al salir de la estación, nos dirigimos a la basílica, conocida como Real Basilica di Superga. El majestuoso complejo arquitectónico, que se yergue en la cima de la colina homónima, al este de Turín, comprende la basílica propiamente dicha, la cripta de las tumbas reales, el convento, los apartamentos y el salón del rey.

La historia de la basílica se remonta al 2 de septiembre de 1706, cuando el duque Víctor Amadeo II y el príncipe Eugenio de Saboya suben a cima de la colina de Superga para observar la ciudad sitiada desde hace más de cien días por las tropas franco-españolas. El duque entra en una pequeña capilla que había allí y, de rodillas ante una estatua de la Madonna, jura que, si logra vencer al enemigo, mandará construir un monumento que será dedicado a la Virgen. El 7 de septiembre, tras cinco días de duro combate, el ejército piamontés, ayudado por los soldados austríacos comandados por Eugenio de Saboya, consigue la anhelada victoria. Víctor Amadeo, cumpliendo con su promesa, encarga inmediatamente el proyecto de la obra al arquitecto siciliano Filippo Juvarra. Desde entonces y hasta nuestros días, el 7 de septiembre de cada año, se celebra en la basílica un Te Deum en acción de gracias.

Basilica di Superga
Placa de la Basílica en la que se conmemora a F. Juvarra
La basílica fue construida entre 1715 y 1717. Constituye uno de los mayores exponentes de la arquitectura barroca. El conjunto arquitectónico se articula en torno a una iglesia de planta circular, sobre la que se eleva una cúpula de 75 metros de altura, precedida por un pronaos de ocho columnas con capiteles corintios. El altar mayor, cuya cornisa fue diseñada por el mismo Juvarra, está enriquecido con un bajorrelieve marmóreo de Bernardino Cametti, que evoca la gloriosa batalla por la liberación de Turín. Pinturas y esculturas de Beaumont, Sebastiano Ricci, Carlo Tantardini, el ya mencionado Bernardino Cametti y Agostino Cornacchini ornamentan las capillas laterales.



Desde la balconada externa de la cúpula se puede admirar uno de los panoramas más bellos del Piamonte: todo el arco alpino, las colinas del Monferrato y las Langhe, y la llanura del Po.


La cripta alberga el Mausoleo delle Tombe Reali. La obra, de Francesco Martinez, data de 1778. Allí se encuentran las tumbas reales (66 despojos mortales) e importantes obras monumentales de artistas piamonteses, toscanos y genoveses de los siglos XVIII y XIX. Entre los personajes cuyos restos descansan en la cripta se encuentran: el rey Carlos Alberto de Saboya, las reinas María Adelaida y María Teresa, la duquesa María Dal Pozzo Dalla Cisterna, el duque Víctor Amadeo II de Saboya y el hijo de éste, Carlos Manuel III de Saboya.  

Cripta de las tumbas reales
Tumba de Carlos Alberto de Saboya
Lado izquierdo restaurado

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