miércoles, 16 de abril de 2014

Censos y otros registros demográficos

En el Medioevo, se realizaban diversos tipos de censos cuya finalidad era establecer los montos adeudados por los miembros de las comunidades en concepto de impuestos directos e indirectos. Entre los tributos pagados al señor feudal o al rey destacan principalmente la gabela de la sal y el fogaje.

En el derecho tributario practicado originariamente en Francia e Italia, la gabela de la sal (fr.: gabelle du sel, it.: gabella sul sale) era, entre los múltiples impuestos aplicados al intercambio y consumo de mercancías de primera necesidad, uno de los más onerosos y abusivos. Así como sucedía con otras tasas e impuestos, la recaudación del impuesto a la sal estaba en manos de adjudicatarios que pagaban al rey las sumas cobradas a la población.

Otro impuesto era el fogaje (it: focatico, fr.: fouage). Su nombre deriva de ‘fuego’ u ‘hogar’, es decir cada vivienda o unidad de familia. En las zonas rurales italianas, el fogaje iba acompañado del impuesto al ganado. En el listado de ‘cabezas de familia’ afectadas por este impuesto se incluían además otros dos tipos de tributos: el relacionado con la superficie de las tierras cultivadas y el correspondiente a la categoría de la renta familiar, en la que sólo se encontraban comprendidas las familias de mayores recursos económicos. El “focatico” fue abolido en 1923, posteriormente restablecido como “imposta di famiglia” en 1924, y definitivamente abrogado por la reforma tributaria de 1974. 

Desde la creación del Reino de Italia (1861), resultado de la unificación de los diferentes estados de la península, y el advenimiento, algunos años más tarde, del estado civil italiano (1866), los censos (it.: censimenti registri della popolazione) del Reino y de la posterior República Italiana se han llevado a cabo cada diez años. Los datos arrojados por los primeros de estos censos se volcaron en fichas censales llamadas fogli di famiglia, antecedentes de los actuales registros demográficos municipales (it.: registri anagrafici).     

En la actualidad, la institución italiana encargada del registro de la población se denomina anagrafe y su función compete a la administración municipal. Su finalidad primordial es documentar la situación numérica de la población residente en el municipio y la de los residentes en el extranjero. Los resultados de los registros de esta suerte de padrón demográfico municipal se materializan en las fichas individuales (it.: scheda individuale) y en los denominados "stati di famiglia".

Para quienes se dedican a la genealogía, la scheda individuale (esp.: ficha individual) constituye una fuente sumamente rica de información. Como se puede apreciar en las dos imágenes siguientes (anverso y reverso), aparecen en ella: apellido y nombre, sexo, filiación, raza, fecha y número de acta de discriminación (en el caso de judíos), lugar y fecha de nacimiento, profesión o condición laboral, número de libreta de trabajo, nombre y apellido del cónyuge, lugar y fecha de matrimonio. Siguen en el reverso los diferentes domicilios y una serie de precisiones relativas a los movimientos migratorios del individuo, como eliminaciones del padrón demográfico (por emigración) y reinscripciones en dicho padrón (por inmigración). En ambos casos, se consignan igualmente los lugares de destino y de procedencia. 




El otro registro al que todo genealogista anhela acceder se denomina stato di famiglia (esp.: situación familiar). En él se describe, con profusión de detalles, la composición de la unidad de familia o sea del conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo. A los datos contenidos en las fichas individuales ya mencionadas se suman aquí los nombres y apellidos de los abuelos paternos y maternos, como asimismo la fecha de defunción de los cónyuges fallecidos. El stato di famiglia es el equivalente civil del status animarum de la Iglesia Católica.

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