jueves, 24 de septiembre de 2009

Crónica familiar




Preliminares

Los nombres de algunas de las localidades piamontesas a las que se hace referencia en este trabajo pueden aparecer, más de una vez, de distintas maneras: unos seguidos de Ducato di Savoia, otros, de Regno di Piemonte, y otros, de Italia. Tales diferencias, exceptuando el período napoleónico (1796-1814), durante el cual los territorios de Piamonte fueron convertidos, tras la ocupación francesa, en cinco departamentos (Doire, Pô, Stura, Sesia y Marengo), representan cronológicamente los sucesivos estados políticos asumidos por la actual región del Piamonte a partir de 1416, en que deja de ser parte del Comté de Savoie para transformarse en el Ducato di Savoia (1416-1720), Regno di Piemonte [e Sardegna] (1720-1861) e Italia (a partir de 1861, año de la unificación de los estados de la península itálica). En esta última categoría se reúnen, por razones prácticas, las dos diferentes organizaciones políticas que se sucedieron realmente desde 1861 hasta nuestros días: el Regno d’Italia (1861-1946) y la actual Repubblica Italiana. Un caso a parte lo constituye Carmagnola pues en la época en que se sitúan muchos de los correspondientes nacimientos, esta ciudad pertenecía al Marchesato di Saluzzo (1175-1549), independiente del Ducato di Savoia.

Los nombres de pila correspondientes a aquellas personas cuyas vidas se sitúan entre la Edad Media y fines del siglo XVII, si bien en los documentos en que aparecen se encuentran escritos en latín, en este trabajo se presentan, en conformidad con el uso genealógico italiano contemporáneo, con sus actuales grafías italianas. Así, por ejemplo, los nombres Jacobus, Joseph y Catharina se encontrarán bajo las respectivas formas: Giacomo, Giuseppe y Caterina.

En cuanto a la grafía de los apellidos contenidos en el presente estudio, es preciso aclarar asimismo que deliberadamente y por gusto del autor de estas páginas, no se ha respetado aquí la regla gramatical española según la cual los apellidos deben concordar en número, como lo hacen los sustantivos comunes, con la consiguiente adjunción de una “s” final. De esta manera, no encontraremos expresiones como “los Alloas” o “los Alandas”, sino los Alloa y los Alanda.

Había una vez...

Los documentos que dan cuenta de la presencia del apellido Alloa en el territorio del Piamonte nos llevan a recorrer por lo menos ochocientos años de historia, desde el siglo XII hasta nuestros días. Sin embargo, tal como veremos más adelante, a las pruebas documentales mediante las cuales podemos remontarnos hasta el año 1170 se suma la tradición oral, recogida documentalmente, según la cual los Alloa ya se encontraban en la llanura piamontesa en los siglos VIII y IX.

En nuestro recorrido geográfico e histórico transitaremos por varias ciudades y pueblos italianos de las actuales provincias de Turín y Cuneo, en las que transcurre desde tiempos remotos la vida de los Alloa. Paralelamente, a partir del último cuarto del siglo XIX, nos detendremos asimismo en la Argentina, ya que un miembro de la familia de Vigone, Giovanni Vincenzo (o Vittorio) Alloa, acompañado de su mujer y seis hijos, llegó a este país en 1882. Nuestro relato nos llevará por último a los Estados Unidos de América, donde vivió y trajo al mundo sus hijos Maddalena Alloa.


1 - LOS ALOA / ALLOA PIAMONTESES Y ARGENTINOS

LOS ALLOA DE CARMAGNOLA

El primer núcleo humano de la ciudad de Carmagnola, según el historiador Nicola Ghietti, habría surgido, tal como lo refiere la tradición oral, en una comarca cubierta de ciénagas, situada a unos treinta kilómetros al sur de Turín, en la época comprendida entre los siglos VIII y IX. A la escasa población del territorio piamontés de aquellos tiempos y al consiguiente empobrecimiento del suelo se suman las frecuentes incursiones sarracenas, húngaras, búlgaras o burgundias en busca de tierras habitables.

Según la misma tradición oral, habrían contribuído asimismo a echar las bases de Carmagnola los habitantes de tres burgos vecinos, “villulae”, a imitación del primer asentamiento que, a decir de Bucci, fue establecido por un miembro de la familia Alois o Aloa, en la adaptación onomástica de Menochio . El nombre Guardia Sana, que el fundador Aloa dio a la torre fortificada que construyó para proteger a su familia, se perpetúa hasta nuestros días en la denominación de una de las principales calles de la ciudad, la via Gardezzana.

“Cuentan nuestros ancianos, que lo oyeron de boca de sus antepasados, que siendo nuestra patria desde mucho tiempo atrás perturbada por las frecuentes incursiones de los enemigos, cierto miembro de la familia Aloa buscó el modo de sustraerse a sí mismo y sustraer sus pertenencias a la violencia y al saqueo. Había en el sitio más bajo de Carmagnola, donde se levanta actualmente la mayor parte de la ciudad, un pantano intransitable o lago formado por los arroyos que bajan hasta aquí desde la zona de Asti. En medio de aquellas aguas, sobre una elevación de tierra a la que sólo se accedía por medio de barcas, dicho hombre erigió una torre o casa a la que llamó Guardia Sana, ya que en ella había puesto a buen resguardo su persona y sus pertenencias. Siguiendo su ejemplo, algunos de sus coterráneos, habitantes de los tres burgos ubicados no lejos del lago, comenzaron a buscar reparo en el lugar más seguro del pantano, ya que dichos burgos estaban expuestos a la acción de los ladrones, y reuniéndose en un solo cuerpo construyeron Carmagnola.” (citado por R. Menochio, 1993 : 24, mi traducción, H. A.)

Alrededor del año 1000, cuando aparece documentado por primera vez el topónimo Carmagnola, la ciudad aún se encontraba bajo la jurisdicción de los Arduinos, quienes gobernaban la marca turinesa. Cuando ésta, tras la muerte de la última heredera, la princesa Adelaida († 1091), se fragmentó en dominios más pequeños, fueron los marqueses de Romagnano y los descendientes de Bonifacio del Vasto quienes ejercieron sus derechos jurisdiccionales sobre la señoría de Carmagnola. Los marqueses del Vasto, que luego se convertirían en marqueses de Saluzzo, fueron imponiéndose paulatinamente a lo largo del siglo XII, y los Romagnano acabaron retirándose en la vecina ciudad de Carignano.

Desde el año 1200 hasta mediados del siglo XVI, Carmagnola permaneció bajo el dominio de los marqueses de Saluzzo, quienes no tardaron en llevar a cabo importantes modificaciones en la estructura de la ciudad, edificando en 1203, en medio de la antigua ciudadela, un castillo que originariamente se encontraba rodeado de murallas fortificadas y fosos. Durante este período, Carmagnola, cuya importancia estratégico-militar no dejó de crecer con los años, se benefició asimismo del gran impulso que el marquesado dio al comercio, y la propia vida ciudadana se enriqueció considerablemente en el ámbito cultural y artístico. Testigos del esplendor y refinamiento de la época son: la zecca (casa donde se acuñaba moneda), las Iglesias de Sant’Agostino, San Rocco, San Filippo, la Sinagoga, la Casa Cavassa y otros palacios.

En los albores del siglo XIII, más precisamente el 16 de enero de 1204, se sitúa el primer hecho documentado referente a los Alloa: Giacomo Aloa (1160 ca) presta juramento de fidelidad al Marqués Manfredo II de Saluzzo (v. Documentos anexos, p. 270).

En 1309, Pietro Aloa, hijo de Oberto, nieto de Ottone y bisnieto del mencionado Giacomo, es designado sindicus de la ciudad de Carmagnola por el período 1309-1312. Según el historiador Nicola Ghietti (1980: 11), el término correspondiente a dicho cargo aparece por primera vez en el acta de la asamblea general de los hombres libres del 13 de febrero de 1265. Originariamente, sindicus significa “embajador”, y sólo en 1309, en el acta de constitución de los cuatro miembros comunales entre los cuales se encuentra Pietro Alloa, se perfila y fija la figura de los sindici, cuya función consistía en representar los intereses de la comunidad en juicios, transacciones, nombramiento y despido de asalariados municipales, proclamación de nuevos estatutos y bandos. Asimismo, dichas autoridades establecían, en función de la situación económica de cada familia, las contribuciones de los ciudadanos, de las que estaban exentos los nobles. Los sindici duraban dos años en sus funciones.

El 8 de diciembre de 1309, Oddone, Antonio y Tommaso, hijos de Oberto Alloa, nietos de Ottone y bisnietos del ya citado Giacomo, como asimismo Andrea y Guglielmo, hijos de Ottone Aloa, y Tommaso Andrea, Facino y Oddino, hijos de Andreone Alloa, participan como representantes de la familia ante la Assemblea dei Capi di Casa, que se celebra en la plaza del castillo para designar a los cuatro sindaci que con plenos poderes se desempeñarán en su cargo hasta el año 1312. Como ya hemos dicho, una de las autoridades municipales que resultan electas es Pietro Aloa (1255).

El 23 de agosto de 1312, por sentencia arbitral del Marqués Manfredo IV de Saluzzo, la familia de Pietro Aloa (n. 1255), hijo de Oberto Aloa, es reconfirmada en su calidad de noble (v. Documentos anexos, p. 271).

Además de los documentos ya citados, existen a lo largo del siglo XIII numerosas actas referidas tanto a Giacomo Aloa (1160 ca) y su esposa Aldesina como a su hijo Ottone, sus nietos Oberto, Andreone y Guglielmo, y sus bisnietos Oddone, Antonio, Tommaso y Pietro, hijos de Oberto Aloa, y Oddino y Facino, hijo de Andreone Aloa. Todas ellas contienen transacciones inmobiliarias: ventas y arrendamientos de tierras, como asimismo una donación de bienes inmuebles en favor de la Abbazia Santa Maria di Casanova, próxima a Carmagnola. Desafortunadamente, dada la dificultad de lectura que presentan muchos de dichos documentos, como la total ilegibilidad de algunos de sus fragmentos, no nos es posible reproducir aquí su contenido. Nos limitaremos por tanto a citar las obras en que se encuentran transcritos: la serie Biblioteca della Società Storica Subalpina (BSSS, p. 137-139, 150-151, 156, 201-203, 384, 395, 410, 443, anno 1197), el Regesto dei Marchesi di Saluzzo (1091-1340) (p. 226, 282) de Armando Tallone (Pinerolo, Chiantore-Mascarelli, 1900), las Carte dell’Archivio Capitolare di Asti (p. 830-948, anni 1111-1237) de F. Cabotto y N. Gabiani (Pinerolo, 1907), Miscellanea di Storia Italiana (p. 96) de la Regia Deputazione di Storia Patria (1936), y por último el Codice Diplomatico della Repubblica di Genova (p. 29), Tipografia del Senato, 1936.

El 12 de febrero de 1334, se firma en la ciudad de Asti un acta de confederación entre el senescalco del rey Roberto y el marqués Manfredo de Saluzzo, por la cual el primero se comprometía a defender al segundo, como así también a sus hijos Manfredo, Teodoro y Bonifacio, y a proteger sus dominios contra cualquier ataque u ocupación. Según consta en las Memorie storico-diplomatiche appartenenti alla Città ed ai Marchesi di Saluzzo de Delfino Muletti, entre los delegados del marqués de Saluzzo figura el ya mencionado Antonio Aloa (n. 1268), hijo y nieto de los igualmente citados Oberto y Ottone.

"… por dicha alianza prometía el senescal real defender al marqués y a sus hijos Manfredo, Teodoro y Bonifacio, como también a recuperar sus tierras en caso de ocupación. El instrumento de tal confederación fue labrado y firmado en Asti el 12 de febrero. Pingone, quien atestigua haber visto dicha acta, nos ha dejado en sus manuscritos la siguiente información: “Tuve en mis manos y vi el instrumento del 12 de febrero del año MCCCXXXIV, cuya celebración fue presidida por el Muy Ilustre Dr. Cassiani Putei en casa de Isnardo, en Asti, donde moraba el senescal del rey Roberto. El pacto fue acordado por el rey Roberto y el marqués Manfredo de Saluzzo y los hijos de éste, Manfredo, Teodoro y Bonifacio. Por el rey era delegado Philippus de Castro Pazano, senescal militar del Condado de Piamonte. Se encontraban aliadas Asti, Alessandria, Tortona, Valenza, Milano, Pavía, Vercelli, Novara, Alba, Cuneo, Monreale, Cherasco y Busca, y otros dominios para los cuales dicho senescal tenía mandato. Por el marqués eran delegados: Manfredus Audo, Borralus hijo del marqués Henrici de Ponzono, Allegimus de Braida y Antonius Aloa. Prometía dicho senescal a los mencionados procuradores defender al citado Marqués de Saluzzo y a sus hijos contra cualquier ataque y recuperar sus dominios y derechos de quienquiera que los hubiera usurpado…” (citado por D. Muletti : 218; mi traducción, H. A.)

En 1333, Vercellone De Alloa, de quien no poseemos otros datos, firma un contrato por el que se hace cargo, conjuntamente con cierto Simondino de Cortandone, de una deuda a favor del Comune de Carmagnola, contraída por Bonifacio De Solio y Giacomo De Patera por incumplimiento en el pago de la gabela, la talla e impuesto a los juegos de azar.

En cuanto al siglo XV, nos es dado encontrar un número considerable de miembros de la antigua familia Alloa de Carmagnola en documentos contenidos en los registros catastrales que abarcan el período que se extiende entre 1441 y 1491. Los mayores de ellos son Oddino y Domenico, ambos hijos de Pietro Alloa.

En la primera mitad del siglo XVI, a causa de las guerras en las que se ven enfrentados los ejércitos del emperador Carlos V y el rey francés Francisco I, el marquesado de Saluzzo se convierte en escenario de sangrientas luchas fratricidas y su situación de sumisión cada vez mayor respecto de Francia causa su rápida decadencia. A las invasiones y saqueos de los lansquenetes de Carlos V se suman, primero la peste bubónica de 1522, y luego las sucesivas ocupaciones de la ciudad por parte de las tropas francesas, españolas e imperiales.

Desde 1535 hasta 1565 se desempeñan como sindaci de Carmagnola varios miembros de la familia Alloa. El primero de ellos, Pietro, resulta electo para dicho cargo público en 1535 y vuelve a desempeñar la función en 1540 y 1542. Giorgio Alloa, hijo del anterior, hace lo mismo en 1542 (v. Documentos anexos, p. 270-274), y Bonifacio, otro hijo del mencionado Pietro, es designado sindaco por cuatro períodos consecutivos: 1558, 1559, 1560 y 1564.

La batalla de Ceresole (1544), en que los franceses derrotan a los españoles, marca el fin del agonizante marquesado de Saluzzo. En los cuarenta años que durará la ocupación francesa (1548-1588), Carmagnola será transformada en plaza fortificada, a la que se incorporarán nuevas murallas provistas de bastiones.

La extinción de muchas de las familias nobles reconocidas en los siglos XIV y XV, debida a las guerras y a las epidemias, como también la transmisión de la estirpe al hijo mayor (los menores eran destinados al sacerdocio) y el descontento de parte de la población que, por causa de la insatisfactoria administración de los alcaldes de los últimos años, los consideraban indignos de pertenecer a la aristocracia, suscitaron en 1575, cuando la ciudad de Carmagnola se encontraba bajo dominio del Delfín de Francia, una revisión de los títulos de nobleza.

El 26 de diciembre de 1575, para poner fin a tal descontento, se procede a examinar los títulos nobiliarios detentados por unas treinta familias de Carmagnola, y por sentencia del vicesenescal del rey Enrique III de Francia son reconfirmados en su condición de nobles: Pietro, Giovanni, Antonio, Francesco, Giovanni Andrea y Felice, hijos del citado Bonifacio Alloa, quien consta como fallecido en el acta de dicha sentencia.

En el estudio titulado Aloa – Alloa, el historiador y genealogista Gustavo Mola di Nomaglio refiere que en las últimas décadas del siglo XVII, las ramas nobles de la familia abandonan Carmagnola para afincarse en otras ciudades o inclusive se extinguen, y los Alloa que aún es posible encontrar en Carmagnola durante el siglo XVII se cuentan entre los pobladores de condición más humilde. Pruebas de ello serían quizás: la condición de “mendicante” (esp.: mendiga) consignada en el acta de defunción de Francesca Alloa (1617), la cual muere en 1702 en el Ospedale San Lorenzo; el juicio entablado en 1617 por la municipalidad de Carmagnola en contra de los herederos de Chiaffredo y Giovanni Michele, hijos de Giovanni Andrea Alloa, como asimismo las ventas de bienes inmuebles el 8 de marzo de 1688 por parte de las hermanas Anna y Francesca, hijas de Oddino Alloa. No obstante, si bien los Alloa nobles o pudientes dejaron la ciudad de Carmagnola, no en todos los casos se radicaron en ciudades y pueblos demasiado distantes, ya que en el período que se extiende desde 1664 hasta 1674, encontramos registrados a Giacomo y Bartolomeo, hijos del mencionado Oddino y nietos de Giovanni Michele, entre los propietarios de bienes inmuebles de Borgo Santa Maria, Borgo San Giovanni, Borgo San Bernardo y Borgo San Michele, ubicados en la zona periférica de Carmagnola.

De los Alloa que, al dejar Carmagnola a fines del siglo XVI y comienzos del XVII, se afincan en otras ciudades y pueblos piamonteses nos ocuparemos más adelante en § Los Alloa de Chieri, Casalgrasso y Murello, § Los Alloa de Vigone, Pancalieri, Macello y Pinerolo, y § a/ Los Alloa de Cavallermaggiore, y Caramagna Piemonte y § b/ Los Alloa de Marene, Savigliano y Saluzzo.

Para ver la descendencia de Pietro Alloa (n. 1485), véase Pietro.0 Alloa en http://gw2.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

En 1588 el duque Carlos Manuel I de Saboya, tras sitiar Carmagnola, la sustrae al poder de los franceses, pero éstos se apoderarán nuevamente de la ciudad en el siglo XVII, durante la guerra civil entre Madamisti y Principisti. Entre 1637 y 1642, cuando todavía no habían desaparecido totalmente los terribles efectos de la peste de 1630, son demolidos los tres grandes burgos que habían dado origen a Carmagnola, ya que por su excesiva proximidad a las murallas fortificadas de la ciudad, iban en desmedro de la eficacia de las estructuras defensivas. Poco tiempo después, sin embargo, son reconstruidos a una milla de distancia del centro fortificado, en los lugares en los que se encuentran actualmente.

La peste que se abate sobre el Piamonte entre 1629 y 1630, diezmando la población de centenares de localidades, provoca varias víctimas entre los miembros de la familia Alloa de Carmagnola. Del total de doce enfermos de las diversas ramas de la familia que ingresan al lazareto el 26 de julio, el 13 de agosto y el 11 de septiembre de 1630, tan sólo cuatro escapan a la muerte: Gaspare Alloa (n. 1611) y Margarita Alloa (n. 1610), hijos de Giovanni Giacomo (1555 †1630), Giovanni Andrea Alloa (n. 1619), hijo de Giovanni Michele (1593 †1630) y Anna Alloa (n. 1620 ca), hija de Oddino Alloa (1595 † ant. 1665). De los ocho restantes, tras permanecer internados entre uno y treinta y dos días, tres fallecen en el lazareto: Giovanni Michele Alloa [1593 †1630, hijo de Giovanni Andrea (n. 1559)]; Margarita Alloa [1571 †1630, hija de Antonio (n. 1545)]; y Gaspare Alloa (1607 †1630), hijo del ya citado difunto Giovanni Michele. Los otros cinco mueren en sus casas: Anna (1583 †1630), viuda de Giovanni Michele (1575 † ant. 1629), sus hijas Agnesina (1604 †1630), Timotea (1605 †1630) y Francesca (1616 †1630), y el ya mencionado Giovanni Michele Alloa (1593 †1630).

Para ver la descendencia de Giovanni Michele Alloa, en el espacio comprendido en el siglo XVII, véase Giovanni Michele.3 Alloa en http://gw2.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

En el Censimento della popolazione della Città di Carmagnola de 1641 se consignan los datos de un solo miembro de la familia: Gaspare Alloa, nacido en 1611, hijo de Gioanni Giacomo y Caterina. Por el contrario, en el censo de 1665, se registra al mismo Gaspare, pero ya casado con Margarita in Alloa, y con quien viven también su madre Caterina, viuda, y sus tres hijos: Giovanni Michele (1663), Giovanni Domenico (1665) y Maria (1670). En dicho censo se consignan asimismo los datos de Giovanni Pietro (hijo de Oddino y Caterina supra), su hijo homónimo Giovanni Pietro (1664) y Bartolomeo (hijo de los mismos Oddino y Caterina), nacido en 1632. En el censo de 1690, vemos nuevamente a Gaspare Alloa, su mujer Caterina y los tres hijos de ambos, ya citados. En este último censo figuran: el ya visto Bartolomeo (hijo de Oddino) pero con su mujer Bernardina y sus hijas Caterina (1670) y Agostina (1672), y Mattea (viuda de Giovanni Pietro supra) con sus hijos Giovanni Pietro (1664), Anna Maria (1671) y Giovanni Giacomo (1679).

En 1690 la ciudad es ocupada por el general Catinat, cuyas tropas devastan la comarca, pero en 1691 Víctor Amadeo II la reintegra definitivamente al dominio de los Saboya. Con la demolición de sus fortificaciones y la progresiva pérdida de importancia estratégico-militar, Carmagnola desarrolla su vocación agrícola y comercial, a la cual debe su notable renombre económico, ligado principalmente al cultivo y comercialización del cáñamo, como también a las manufacturas de lona y cuerdas, las cuales se exportan en grandes cantidades a la Liguria y al sur de Francia.

A los Alloa que permanecieron en Carmagnola en el siglo XVIII y cuya descendencia llega hasta el siglo XX nos remiten numerosas actas sacramentales, como asimismo los registros de los diversos censos de la población. En el primer censo de 1726 figuran: Giovanni Giacomo, Giovanni Pietro y Agnesina, hijos del difunto Giovanni Pietro Alloa (1628) y su difunta esposa Mattea; Caterina in Alloa, viuda de Giovanni Michele Alloa, y sus hijos Giovanni Domenico y Bartolomeo. En el segundo censo, correspondiente al período 1734 – 1787, se encuentran registrados: la ya citada Caterina in Alloa y sus hijos Giovanni Domenico y Bartolomeo, los ya mencionados Giovanni Giacomo, Giovanni Pietro y Agnesina, hijos del difunto Giovanni Pietro Alloa (1628), Gaspardo, hijo del citado Giovanni Domenico, y Giacomo y Michele, hijos del citado Bartolomeo Alloa.

Para ver las descendencias de Giovanni Michele Alloa (n. 1663) y la de su bisnieto Michele Alloa (n. 1765), en el espacio comprendido en el siglo XVIII, véanse Giovanni Michele.2 Alloa y Michele.6 Alloa en http://gw2.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Por ordenanza municipal del 15 de julio de 1794, el municipio de Carmagnola entabla juicio a Giovanni Giacomo Alloa (n. 1740), hijo de Giovanni Pietro (n. 1715), por una deuda de cinco soldi. El 5 de abril de 1797, el mismo Giovanni Giacomo Alloa compra a Lucia Marchisio un terreno en el sector denominado Fra’ Luigi.

En 1796, las tropas de Napoleón invaden el Piamonte, cuyo territorio será dividido, el 24 de abril 1801, en cinco departamentos: Doire, Pô, Marengo, Sesia, y Stura, posteriormente anexados a Francia en 1802. En esta nueva organización administrativa, Carmagnola pasa a formar parte del Département du Pô. Dicha ocupación es causa de movimientos de protesta por parte de ciertos sectores de la población local y comunidades vecinas, y de enfrentamientos armados que pronto degeneran, en el mes de diciembre de 1799, en incendios y saqueos en algunos barrios de Carmagnola. Entre los damnificados de Borgo Salsasio encontramos al ya mencionado Giovanni Giacomo Alloa (n. 1740), hijo de Giovanni Pietro (n. 1715), cuyas pérdidas son evaluadas en cuatrocientas treinta liras.

El siglo XVIII se cierra, para la familia Alloa, con el nacimiento de Claudio, hijo de Giovanni Alloa y Margarita Tiranti, el 7 de febrero de 1799.

Durante el paréntesis napoleónico de la historia piamontesa, que durará hasta el 26 de abril de 1814, nacen en Carmagnola: Pietro Giuseppe (1796) y Matteo (1800), últimos dos hijos de Michele Alloa supra; Caterina (1800) y Maria Maddalena (1803), hijas de Giuseppe Alloa supra; Claudio (1802), Giuseppe (1804) y Domenico (1806), hijos de Giovanni Michele Alloa supra; Giovanni Giacomo (n. † 1807), Giovanni Francesco (1811) y Giovanni Giacomo (1812), hijos de Giovanni Pietro Alloa supra.

El siglo XIX se inaugura, como acabamos de ver, con el nacimiento de Matteo (23 de febrero de 1800), hijo de Michele Alloa (1768) y Anna Maria Tesio. El hecho familiar siguiente lo constituye el casamiento de Maria Alloa (hija de Giacomo) con Domenico Sapino, el 6 de noviembre de 1804.

En el Censimento della popolazione di Carmagnola de 1821 encontramos al viudo Michele Alloa (1751) (hijo del difunto Bartolomeo, 1712), quien vive con sus hijos: Filippo (1788), Nicola (1791), Margarita (1795) y Giuseppe (1797). Figuran asimismo en dicho censo: Giovanni Battista (1787), hijo de Filippo Alloa supra, su mujer Lazzarina in Alloa (1791) y su hija Maria (1819).

Según consta en las listas de ciudadanos nacidos entre 1790 y 1809, en edad de cumplir el servicio militar, resultan incorporados a las armas: en 1817, Claudio Alloa supra (hijo de Giovanni Michele y Margarita Tiranti), y en 1818, Matteo Alloa supra (hijo de Michele y Anna Maria Tesio). Entre los nacidos entre 1809 y 1816 se encuentra Giovanni Giacomo Alloa (1812) (hijo de Giovanni Pietro y Agnese Morello), quien es eximido del servicio militar por ser hijo único de madre viuda.

Por las actas del registro del estado civil correspondientes a la primera mitad del siglo XIX, nos es dado saber que: en 1827 nacieron Michele Alloa (hijo de Domenico Alloa y Eleonora Piola), Michele Alloa (hijo de Giuseppe Alloa y Anna Caterina Plassa) y Giovanni Battista Audisio (hijo de Pietro y Maria Maddalena Alloa); en 1834 nació Michele Audisio (hermano del anterior); en 1836 nació Matteo Alloa, hijo de los mencionados Giuseppe Alloa y Anna Caterina Plassa; en 1839 nació Pietro Alloa (†1904, hijo de Giovanni Giacomo Alloa y Anna Maria Pettiti), quien desempeñó un papel relevante en el gobierno municipal de Carmagnola; en 1844, nació Franco Antonio Alloa (hijo de los mencionados Giovanni Giacomo Alloa y Maria Pettiti), y por último en 1847, nació Suor Angela Maria, en el siglo Giovanna Alloa, hija de los mismos Giovanni Giacomo y Anna Maria Pettiti.

Del desempeño, en la función administrativa, del mencionado Pietro Alloa (1839 †1904), encontramos varias actas oficiales de llamados a licitación, por parte del municipio de Carmagnola, en la Gazzetta Ufficiale del Regno d'Italia, parte 4.

Exceptuando a los niños de corta edad, dos son los miembros de la familia Alloa de Carmagnola que mueren a fines de la primera mitad del siglo: Eleonora Piola (1786), esposa de Domenico Alloa (1806), quien muere a la edad de sesenta años el 14 de septiembre de 1846, y Margherita Alloa (1789, hija de Michele Alloa y Anna Maria Tesio), fallecida a los sesenta años de edad el 29 de noviembre de 1849.

A mediados del siglo XIX, dos conflictos internos sacuden a toda Italia: las Guerras de Independencia de 1848 y de 1859. La primera de ellas, tras el movimiento liberal de Viena y la posterior fuga de Metternich, se desencadena con la Insurrección de Venecia, la liberación de los presos políticos y la expulsión de los austríacos. La noticia no tarda en propagarse por todo el territorio lombardo-véneto y llega a Milán, donde el pueblo organiza violentas manifestaciones contra los austríacos, las cuales pronto se convierten en combates en todas las calles. En cinco días, las épicas Cinque giornate, las tropas imperiales son derrotadas y obligadas a abandonar la ciudad. Interviene en dicho conflicto, con sus tropas piamontesas, el rey Carlos Alberto de Saboya, quien negocia con el general Radetzky.

En las filas de dichas tropas se encuentran dos primos Alloa: Michele 1 (1827), hijo de Domenico Alloa y Eleonora Piola, y Michele 2 (1827), hijo de Giuseppe Alloa y Anna Plassa. Ambos son enrolados el 27 de septiembre de 1847, y el segundo de ellos es incorporado al 4º Regimiento de Infantería, que en 1848 acompaña al rey Carlos Alberto a Milán y el 23 de marzo de 1849 es derrotado por las tropas austriacas en la batalla de Novara, donde perecen miles de piamonteses. En 1899, la municipalidad de Carmagnola otorgará a Michele 2 Alloa una pensión por su desempeño como soldado de la primera Guerra de Independencia.

El 17 de marzo de 1861, tras las sucesivas anexiones territoriales al Reino de Piamonte y Cerdeña (Lombardía [1859], Toscana, Emilia y Estados Pontificios [1860], Sicilia [1861]), se proclama al fin el Reino de Italia. El Véneto no se integrará a la nueva organización administrativo-política sino en 1866. Por lo tanto, los individuos nacidos en territorio piamontés hasta la fecha de la “unificación” dejarán de ser piamonteses y adquirirán la nacionalidad italiana, mientras que los que nacerán a partir de dicha fecha serán lisa y llanamente italianos.

El Censimento della Città di Carmagnola de 1871 nos proporciona información acerca de la composición de la familia de Caterina Alloa (1800), quien es registrada como hija del difunto Giuseppe (1770) y viuda de Bartolomeo Goffo (ca 1788), residente en Borgo San Bernardo de Carmagnola. Con ella viven sus seis hijos: Guglielmo Goffi (1817), Michele Goffi (1828), Maria Goffi (1835), Lucia Goffi (1837), Bernardino Goffi (1839), Anna Goffi (1845); su nuera Maria Quaglia (1842, esposa de Bernardino) y sus nietos: Lucia Goffi (1866), Caterina Goffi (1867), Bartolomeo Felice Goffi (1869).

Varios son los acontecimientos familiares que se producen en la segunda mitad del siglo XIX. El 26 de enero de 1864 contraen matrimonio Matteo Alloa (1836), de veintisiete años de edad, hijo de Giuseppe Alloa (1804) y Anna Caterina Plassa, y Francesca Angonoa (1842), de veintiún años de edad, hija de Pietro y Margherita Bono.

El 17 de noviembre de 1864 nace Giuseppe Alloa, hijo de los ya citados Matteo Alloa y Francesca Angonoa.

El 13 de marzo de 1865 fallece a la edad de cincuenta y seis años Maria Pettiti (1811), esposa de Giovanni Giacomo Alloa (1812).

En el libro de defunciones de los años 1873 – 1974 se consignan las muertes de Caterina Alloa (n. 1800, esposa de Bartolomeo Goffo), y Giuseppe Alloa (n. 1827, hijo de Giuseppe Alloa y Anna Caterina Plassa). La primera fallece el 18 de mayo de 1873 y el segundo, el 4 de mayo de 1874.

El 2 de junio de 1889, en Carmagnola, fallece Suor Angela Maria, en el siglo Giovanna Alloa, quien se había desempeñado sucesivamente como ayudante de la ecónoma y maestra en la Scuola Comunale de Viù, en el Educatorio de la casa matriz de las Suore di Sant’Anna e della Provvidenza, en el Educatorio de Castelfidardo, de la mencionada congregación, “dando por doquier indudables pruebas de celo por su santificación y por la salud de las jovencitas encomendadas a su cuidado” (in Biografie delle Suore della Congregazione di Sant’Anna della Provvidenza, anno 1889, p. 162, Archivio Storico Roma; mi traducción H. A.), y por último, en calidad de superiora del establecimiento de Settimo Torinese y de la casa de retiro de la Immacolata Concezione de la misma ciudad.

Entre 1860 y 1900, y en menor medida hasta la Segunda Guerra Mundial, se produce en toda la península itálica y más particularmente en el Piamonte un éxodo que hace que varios millones de italianos se encuentren dispersos por el mundo, en busca de nuevos horizontes. La grave crisis económica que atraviesa el Reino de Italia origina una ola de emigración hacia Francia, Alemania, Suiza, Egipto, Estados Unidos y los países de América del Sur.

En 1882, precisamente, un Michele Alloa de Carmagnola, de 55 años de edad y residente en Borgo San Bernardo, parte para América “portando con sé L. 3000 del proprio senza vender nulla” (esp.: llevando consigo tres mil liras de su pecunio y sin haber vendido nada). Si bien los dos primos Michele Alloa ya vistos nacieron en 1827, año deducible de la edad (55 años) consignada en el documento, el que emigra en 1882 sólo puede ser el Michele Alloa a quien se le ha otorgado una pensión por su participación en la primera Guerra de Independencia, ya que su primo, el otro Michele, nacido el mismo año y enrolado el mismo día (27 de septiembre de 1847), muere, como ya hemos visto, el 24 de mayo de 1874. Lo que desafortunadamente no podemos saber es a qué país de América viajó Michele Alloa.

Las pésimas condiciones en que vivían los campesinos piamonteses desde fines del siglo XIX y el intenso proceso de industrialización que se da en las grandes ciudades desde 1890 hasta la guerra de 1914-18, hacen que muchas personas abandonen el ámbito rural para ir a trabajar a Turín. Tal vez sea el caso –aunque esto es tan sólo una conjetura– de dos de los miembros de la familia Alloa de Carmagnola: Maria Maddalena Alloa (n. 1869, viuda de Michele Antonio Viotto y casada en segundas nupcias con Giacomo Giuseppe Ponzio) y su hermana Agostina Caterina Alloa (n. 1874 y casada con Filippo Druetta), ya que ambas fallecieron en Turín, la primera en 1952 y la segunda, en 1959.

2007. El tiempo ha pasado… La ciudad de Carmagnola aún conserva las características agrícola y comercial que le han conferido sus antiguos habitantes, aún realiza su mercado semanal en la via Valorba, aún ostenta sus hermosos templos y sus casas señoriales. Sin embargo, Carmagnola se ha convertido en un importante centro industrial en el que, desde el fin de la segunda guerra, se da una profunda transformación estructural y social, debida a la fuerte inmigración y a la rápida expansión edilicia. Y por sus calles ya no transita ningún Alloa.

LOS ALOA DE CHIERI, CASALGRASSO Y MURELLO

La ciudad de Chieri cuenta con 33.000 habitantes y se encuentra en el área metropolitana de Turín, a unos quince km de ésta. De origen romano, fue desde la Edad Media “libero comune” e importante centro comercial, dedicado principalmente a la industria textil. Posee un riquísimo patrimonio arquitectónico, cuyos exponentes religiosos y civiles son admirables ejemplos del gótico y el barroco. Entre ellos son dignos de mención el Duomo y el Arco erigido en homenaje a Manuel Filiberto y Carlos Manuel I de Saboya.

Casalgrasso se encuentra en la llanura de Saluzzo, en la margen derecha del río Po, a escasa distancia de la confluencia de los torrentes Varaita y Maira. Según la tesis más atendible, el nombre de la ciudad derivaría de “casali”, denominación de las modestas viviendas que constituían el primer asentamiento humano. Posteriormente se añadió el adjetivo “grasso”, con el que se aludía a la fertilidad de las tierras. Los orígenes de la población datan de pocos años antes del siglo X. En el transcurso de su historia, Casalgrasso a menudo se vio involucrada en actos bélicos: en 1690, después de la batalla de Staffarda, fue destruida por un incendio provocado por el ejército francés encabezado por Catinat. Sus principales monumentos son: el antiguo castillo rodeado por un palacio construido en el siglo XVII; la Rocca di Carpeneta, fortificación cuya torre cuadrangular data del siglo XII, y la Parrocchiale di San Giovanni Battista.

Desde 1300 se encuentran en Chieri familias de apellido Alloa. Según G. Mola di Nomaglio, es legítimo conjeturar que los Alloa que residen en la ciudad de Chieri desde el siglo XIV y los Aloa de Casalgrasso del siglo XV eran oriundos de Carmagnola. A decir del autor, si los Aloa de esta segunda localidad no eran nobles, eran por lo menos notables de la ciudad.

Prueba de lo primero se encuentra en los Statuta et Capitula de la Società di San Giorgio de la ciudad de Chieri, en los que aparecen Bertonus Aloa y Michael Alloa.

Por otra parte, los registros catastrales del Archivio Storico Comunale de Chieri de fines del siglo XVI nos permiten saber que Giovanni Andrea Alloa, Giovanni Agostino Alloa, Andreana Alloa, que residían en el barrio Gialdo, y Giovanni Giacomo Alloa, vecino del barrio Albussano, eran propietarios de bienes inmuebles en la mencionada ciudad.

De entre los miembros de la familia de Chieri, es preciso destacar aquí a Giovanni Alloa –probablemente uno de los que acabamos de citar– a quien se le confiere gran importancia en las actas comunales aludidas en los Atti della Reale Accademia delle Scienze di Torino de 1814.

"... este nuevo documento nos permite mostrar aquí el gran sello con que dicha Comuna ratificaba invariablemente, tal como se estilaba entonces, todas las actas solemnes y de consideración. Con ello queremos referirnos al acta de otorgamiento de la calidad de ciudadano o burgués, conferida el 17 de abril de 1555 a cierto Giovanni Alloa, siendo el Consejo Mayor presidido por el sumo magistrado Giovanni Camotto. Tal sello representa a los dos patronos de la ciudad: San Guillermo y San Jorge…" (op. cit., mi traducción, H. A.)

Asimismo, según consta en el Archivio della Confraternita del S.S. Nome di Gesù in San Bernardino, el ya mencionado Giovanni Andrea Alloa es nombrado, el 24 de junio de 1589, rector de dicha cofradía, la cual funcionaba en la capilla del primer claustro del convento de los Franciscanos, actualmente sede del palacio municipal de Chieri. El 25 de diciembre del mismo año pasa a desempeñar el cargo de vicerector.

Del linaje de los Alloa de Casalgrasso se guarda memoria de Giovanni Domenico († ant. 1606), quien fue sindaco del municipio en el año 1600, y de su hijo Orazio, el cual desempeñó el mismo cargo que su padre en los años 1606 y 1618.

Murello se encuentra en la llanura cuneense inferior, a orillas del torrente Varaita. En la Edad Media fue feudo de los Caballeros de Malta, de los Marqueses de Saluzzo y finalmente pasó a formar parte de los dominios de la casa de Saboya. Surgen en su territorio dos castillos: el Castello dei Cavalieri, con su torre almenada del siglo XV, y el Castello di Bonavalle, asentamiento agrícola fortificado. Tres son los principales monumentos religiosos de Murello: la Parrocchiale di San Giovanni Battista, la Chiesa della Confraternita y el Santuario della Madonna degli Orti, santa patrona de la ciudad.

Oriundo de Murello fue el renacentista Leonardo Aloa, profesor de gramática y autor del Contentio Dearum de Pedemontis principatu..., publicado en Turín en 1511 y actualmente conservado en el Archivio Storico Civico - Biblioteca Trivulziana de Milán. Al referirse a los maestros de los pequeñas localidades piamontesas, Girolamo Tiraboschi, autor de Storia della Letteraura Italiana, expresa: “Anche ne’ villagi si aprono scuole. Nè solo le popolose città, ma i villagi ancora vedeansi talvolta onorati da qualche celebre professore che ivi apriva pubblica scuola” [esp.: También en los pueblos se crean escuelas. No sólo las populosas ciudades, sino asimismo los pueblos se honraban a veces con la presencia de algún célebre profesor que daba clases públicas], a lo cual añade en términos elogiosos:

“Cual demostración cada vez más clara de que también los pueblos tenían en aquellos tiempos sus maestros de gramática, el ilustre señor barón de Vernazza me ha señalado a cierto Gabriel Carlo, maestro de Govone, en las cercanías de Alba [...] y a Leonardo Aloa de Murello, quien ejerce el magisterio en Virle, pequeña aldea de la Provincia de Turín, y de quien se ha imprimido en 1511, en Turín, una carta titulada Clarissimo heroi Joanni Philippo Solaris ex Dominis Monasterolii, con la mención Ex nostra Academia Virlarum” (G. Tiraboschi, op. cit., 1824 : 1634-1635, mi traducción, H. A.)

LOS ALLOA DE VIGONE, PANCALIERI, VILLAFRANCA PIEMONTE, MACELLO Y PINEROLO

La pequeña ciudad de Vigone, al igual que Pancalieri, Macello y Pinerolo, está ubicada en la llanura subalpina que se extiende, en forma triangular, entre Pinerolo, Turín y el río Po. A diferencia de Carmagnola, estas cuatro ciudades nunca se encontraron bajo el dominio de los marqueses de Saluzzo, sino que su suerte ha seguido, a través de los siglos, las vicisitudes de la casa de Saboya, de cuyos dominios siempre han sido parte integrante.

La carretera que une Carmagnola con Pancalieri, Vigone, Macello y Pinerolo, en dirección oeste constituye desde antiguo una de las vías de comunicación más importantes que, atravesando el río Po, recorre la llanura piamontesa que se extiende al sur de la ciudad de Turín. En efecto, a relativa poca distancia de Carmagnola hacia el este, la planicie cede el paso a las colinas de las Langhe. Y en el otro extremo de este eje, donde se encuentra la ciudad de Pinerolo, comienzan los Alpes, por cuyos elevados valles se llega a la frontera con Francia. Todo lleva a pensar que ésta es la ruta seguida por una de las ramas de la familia Alloa que, como ya hemos visto, abandonan Carmagnola a fines del siglo XV y comienzos del XVI.

La ciudad de Vigone se encuentra en la Provincia de Turín, a 36 km al S.-O. de la capital provincial. Sus frazioni son: Angiale Bassa, Graneris, Gunia Alta, Maniciarda, Quintanello, Ruscarda, Treppellice, Via Vecchia y Zucchea.

Los apellidos más frecuentes de Vigone son: Ferrero, Druetta, Bessone, Bertero, Pampiglione, Pautasso, Grosso, Viotto, Aiassa y Bertolotto. Exceptuando Aiassa, todos estos apellidos pertenecen a personas emparentadas con los Alloa de Vigone o con sus descendientes de la Argentina.

Si bien en la historia de Vigone, como expresa C. Cappelletti, nos es posible remontarnos hasta el año 1000, los primeros datos –al menos eclesiásticos– de los Alloa presentes en dicha localidad piamontesa se sitúan a partir del siglo XVI.

“La etimología del topónimo Vigone, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, nos proporciona preciosa información. Al parecer, Vigone deriva de la forma latina Castrum Guidonis o Vicus Guidonis, posteriormente transformadas en Vigudono, Vigdono y Vigono. El nombre Guido, del que deriva Vigone, sería el de un señor franco o longobardo, de antes del siglo X, a quien algunos identifican con un cierto Guido, marqués de Ivrea, hijo de Berengario II. Vigone sería pues un nombre de origen bárbaro. Desafortunadamente nos es imposible remontarnos más lejos en el tiempo, ya que antes del año 1000, exceptuando los Diplomi Ottoniani y los mapas del Prof. Cipolla, no existían documentos auténticos y fidedignos. Otros autores, por el contrario, sostienen que los primitivos habitantes de Vigone proceden del antiguo pueblo guerrero de los Vagienni, que habitaban la orilla izquierda del Po, y que Vigone era una colonia de la Augusta Vagiennorum, la actual Bene Vagienna. En las crónicas de Gustavo Stroffarello leemos que Vigone fue parte de los dominios de los marqueses de Turín, también llamados marqueses de Susa. El emperador Conrado lo concedió en 1026 a Bosone y Guidone, hijos de Arduino, marqués de Ivrea. Sin embargo, tres años después, el marqués y legítimo señor Olderico Manfredo lo cedió a la abadía de San Justo de Susa. En 1212 pasó a manos del Conde Tomás de Saboya, a quien le sucedieron posteriormente, en el siglo XIV, los Príncipes de Acaia. En 1412, Vigone volvió a integrar las posesiones de la rama principal de los Saboya.” (C. Cappelletti, op. cit., mi traducción, H. A.)

En 1522, Vigone es escenario de la reunión de los tres Estados Generales Piamonteses. Tal como lo consigna el Padre G. P. Mattalia, el pueblo sufre posteriormente, en reiteradas ocasiones, serios daños causados por los franceses, como asimismo por la peste, que siembran la desolación en 1598 y 1599.

El 4 de octubre de 1592, el general Lesdiguières, al mando de un ejército de hugonotes, consigue trasponer las murallas de Vigone, levantadas en 1390 para defensa del lugar, y destruye las torres de las mismas. Debido a la traición de un vecino de la ciudad, se perpetra entonces una verdadera masacre, y pese a la valiente resistencia del ejército de los Saboya, el general francés incendia la Iglesia de Santa María del Borgo.

Entre 1545 y 1563 se celebra el Concilio de Trento, convocado por el papa Paulo III, en el que se instituye, entre otras cosas, que todas las parroquias deberán en lo sucesivo llevar registro escrito de los sacramentos impartidos en ellas: bautismo, confirmación, matrimonio y defunción de los feligreses.

No es de extrañar entonces que las primeras actas eclesiásticas correspondientes a los Alloa de Vigone nos sitúen en la segunda mitad del siglo XVI. En el período que se extiende entre 1558 y 1576 nacen: Bartolomeo (1558), Michele (1560), Francesca (1565), Caterina (1572) y Francesco (ca 1576), hijos de Tommaso Alloa (n. 1533, hijo de Pietro Alloa y casado con Anna Maria in Alloys), el cual, según el acta bautismal del primero de sus hijos, tiene veinticinco años al nacimiento de éste. ¿Era Tommaso, padre de estos cinco Alloa de Vigone, oriundo de esta ciudad o bien forastero? ¿Procedía de Carmagnola, en donde se había producido la suerte de diáspora a la que nos hemos referido anteriormente? O ¿sería su padre u otro antepasado suyo el que habría abandonado aquella ciudad y se habría radicado en Vigone? No podemos, desafortunadamente, dar una respuesta certera a ninguno de estos interrogantes. Por otra parte, en la vecina ciudad de Pancalieri, según consigna el investigador Paolo Libra, figuran entre los representantes de “le più antiche famiglie di Pancalieri di 1582”: Tommaso Alloa, Anna Alloa y el hijo de ésta, Cristoforo Alloa. A decir del mencionado estudioso, resulta imposible saber si estos tres vecinos de Pancalieri eran nativos del lugar o procedían de Vigone. No ha de extrañar que fuese esta última posibilidad, ya que entre ambas ciudades no median más que nueve kilómetros. Lo cierto es que, conforme rezan los registros catastrales de la época, Tommaso y Anna poseían, en el egido de Pancalieri, cierto número de propiedades que se describen de la siguiente manera:

FOGLIO 268 - TOMMASO ALLOA (registrato il 20 Aprile 1582) Ruata di S. Bernardino: casa con aijra, stabio, tetto e pertinenze. Via di Vigone: alteno di g. 5, t. 45, p. 9. Pietra: campo e prato di g. 1, t. 4. Pozzetto: campo di t. 94, p. 5. Pradisolla: campo di g. 1, t. 10, p. 10. Po Secco: terra di g. 1, t. 18, p. 2; terra di g. 1, t. 2, p. 2. Fosso: terra di g. 2, t. 97; terra di t. 96, p. 1. Pietra: prato di g. 1, t. 3, p. 6. Teglio: prato di g. 1, t. 74, p. 4. Vautretto: prato di t. 41, p. 4. Via di Villafranca: prato di t. 86, p. 3.

REGISTRO N. 301 (ANNO 1582) - FOGLIO 209: ANNA ALLOA (registrato il 1 Febbraio 1582; il comparente è CRISTOFORO ALLOA, in qualità di rappresentante della madre Anna). Via di Vigone: prato di giornate 1, tavole 10, piedi 3, alteno di t. 99, p. 7 Pozzetto: campo di t. 91, p. 7 Via di Carignano: alteno di g. 1, t. 12, p. 6. Pilone: campo di t. 97. Po Secco: campo di g. 1, t. 38, p. 4 , terra di g. 1, t. 12, p. 5. Gerbatio: terra di t. 46, p. 9. Vautretto: prato di t. 96, p. 5. Pietra: prato di t. 93, prato di g. 1, t. 10, p. 1.

Para ver la descendencia, en los siglos XVI y XVII, de los hijos de Tommaso Alloa (n. 1527, hijo de Pietro Alloa y su esposa Anna Maria, véanse: Bartolomeo.8 Alloa, Michele.0 Alloa y Francesco.3 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Según refiere el ya mencionado Padre G. P. Mattalia, de la lectura del libro de cuentas de la Castellania di Vigone se desprende que el 25 de marzo de 1566 dicha castellania confiere investiduras y otros privilegios a veintiuna familias de Vigone entre las que se encuentra la de los Alloa.

Alrededor de 1570 nace en Macello, otra localidad vecina a Vigone, el “nobilis et dominus” Lorenzo Alloa, quien ejerce la profesión de causidico (esp.: abogado) en la ciudad de Pinerolo. Acerca de su familia, sabemos que de su matrimonio con (Madame) Marie nacieron cuatro hijos: Margarita (1595), Giorgio Antonio (1597), Gerolama (1599) y Cesare (1600), quienes recibieron el sacramento del bautismo en la Iglesia de San Donato de Pinerolo. Lorenzo Alloa tenía dos hermanas: Caterina (1572), madrina de bautismo de la mencionada Gerolama, y Francesca (1575). Tal como se desprende de los registros de las Insinuazioni di Pinerolo - Volume 136. 1649 [729 vecchia numerazione], Cesare Alloa casó con Paola Corbella, de quien tuvo los siguientes hijos: Maria, Paola, Giovanni Battista y Lucia Alloa. 

Blasón de los Alloa de Pinerolo
Antes de proseguir, es preciso aclarar que alrededor de tres siglos antes de la existencia de la familia de Lorenzo Alloa o Aloa, al que nos hemos referido en el párrafo anterior, encontramos asimismo en Pinerolo a Nicolao de Aloys, quien aparece en el Cartario di Pinerolo fino all’anno 1300 como uno de los “borghesi” de la ciudad de Pinerolo que juran «difendere e mantenere i diritti di Beatrice [Fieschi], contessa, madre di Tomaso [III] di Savoia, in Vigone, Miradolo, Perosa e territori, mentre starà Oltremonti o nel Genovesato (14 luglio 1269); il che giurano pure molti borghesi del luogo (15 luglio 1269).» [burgueses... juran defender y mantener los derechos de la Condesa Beatriz (Fieschi), madre de Tomás (III) de Saboya, en Vigone, Miradolo, Perosa y los correspondientes territorios, mientras permanezca en Francia o en Génova (15 de julio de 1268)]. La grafía Aloys representa probablemente el genitivo latino de Aloa (o Alloa), lo cual se ve confirmado en no pocas actas sacramentales referentes a los miembros de la familia Alloa.

En la obra Dentro le mura - il Borgo e il Piano di Pinerolo nel consegnamento del 1428, de Marco Calliero, se hace referencia a Marchiotus Aloa, de quien se dice:

Marchiotus Aloa de Pynarolio suo juramento consignavit se tenere in loco Pynarolii unam domum sue habitationis sitam in Plano dicti loci in via Nova, cui coherent heredis Ludovici Coste, Michael de Ayrascha et via publica.” [Trad.: Marchioto Aloa, de Pinerolo, declaró bajo juramento tener en el lugar de Pinerolo una casa en la que vive, sita en la calle Nova de dicho lugar, lindante con las propiedades de los herederos de Ludovico Costa, Michele Airasca y calle pública.] (Mi traducción, H. A.)

Al mismo Marchioto Alloa también se alude en Gli ultimi principi d’Acaia e la politica subalpina dal 1383 al 1407 de Ferdinando Gabotto (p. 604):

“ ... il vice-castellano Aventurino De Aba, saviglianese, iniziò procedimento contro otto calzolai del “Piano” per avere il sabato 27 marzo, giorno di mercato, tenuto nelle botteghe i banchi delle loro calzature prima di vespro e dopo nona, contro i « Capitoli » del Comune. Gli otto calzolai — si chiamavano Ostasio Do, Michele De Canonico, Antonio Forma, Peronetto Favoto, Martino Di Airasca, Francesco Longo, Marchioto Aloa e Guglielmo Rossetti — protestarono contro l’accusa, se « accusa poteva dirsi, mentr’era invalida e di nessun valore », negando…”

Trad.: "... el subcomandante de plaza Aventurino De Aba, oriundo de Savigliano, entabló juicio en contra de ocho zapateros del "Piano", quienes el sábado 27 de marzo, día de mercado, habían expuesto sus calzados en sus tiendas desde antes del anochecer y hasta pasadas las nueve de la noche, infringiendo lo establecido en los "Capitoli" municipales. Dichos zapateros, cuyos nombres eran: Ostasio Do, Michele De Canonico, Antonio Forma, Peronetto Favoto, Martino Di Airasca, Francesco Longo, Marchioto Aloa y Guglielmo Rossetti, protestaron en contra de tal acusación, si es que a ésta "se le podía llamar acusación puesto que era infundada y carente de valor", negando..." (Mi traducción, H. A.)

Gracias a la colaboración del genealogista piamontés Silvio Genero, autor de Da Cercenasco nel mondo (2009), he podido saber recientemente que además de los Alloa de Carmagnola, Chieri, Pancalieri, Vigone, Macello y Pinerolo, también existieron, hacia fines del siglo XVI y albores del XVII, otros Alloa en Villafranca Piemonte, Provincia de Turín.

Las correspondientes actas de bautismo proceden de la Parrocchia Santo Stefano de la mencionada ciudad. Se trata de cuatro núcleos familiares encabezados respectivamente por: Gioanni Maria Alloa, Chiaffredo Alloa, Giorgio Alloa y Valeriano Aloa.

Gioanni Maria Alloa tuvo tres hijos: Antonietta, Gioanni Maria y Antonietta Alloa, bautizados respectivamente el 12 de diciembre de 1580, el 25 de julio de 1582 y el 12 de noviembre de 1593.

Diez fueron los hijos de Chiaffredo Alloa: Maria, Margarita, Domenica, Anna, Domenica, Francesco, Giovanni Andrea, Giovanni Domenico, Catterina y Gioannina Alloa, bautizados respectivamente: el 7 de octubre de 1578, el 12 de abril de 1583, el 22 de septiembre de 1585, el 29 de septiembre de 1593, el 30 de marzo de 1597, el 17 de marzo de 1599, el 4 de marzo de 1600, el 27 de octubre de 1602, el 6 de febrero de 1605 y el 5 de junio de 1607.

Giorgio Alloa tuvo dos hijas: Giulia y Catterina Alloa, bautizadas el 21 de abril de 1597 y el 18 de septiembre de 1600, respectivamente.

Valeriano Aloa tuvo dos hijos: Catterina Aloa, bautizada el 3 de enero de 1610 y catequizada el 20 de marzo de 1618; y Pietro Valeriano Aloa, bautizado el 2 de agosto de 1615.

Según refiere Claudio De Consoli (1999) en su obra L’amministrazione delle armate sabaude (1560-1630), Bartolomeo Alloa (n. 1558), hijo y nieto de los mencionados Tommaso Alloa (n, 1527) y Pietro Alloa (n. 1485), se desempeña como soldado a las órdenes del duque Carlos Manuel I de Saboya.

De entre sus descendientes cabe asismismo destacar aquí la figura de su tristemente célebre nieto Gabriele Alloa, hijo de Giorgio Alloa (n. 1588) y Margarita. El 10 de agosto de 1663, un grupo de valdenses del Valle Pellice, capitaneados por Giosuè Gianavello, ataca la población de Bibiana, donde, tras los crueles actos cometidos por los soldados del duque de Saboya, tan sólo quedaban católicos. Tal como nos es referido por el Canónigo Pietro Caffaro en su obra Notizie e documenti della Chiesa pinerolese (op. cit.: 513), a la profanación del Monasterio de Castelfiore le siguieron la destrucción de las casas y la matanza de la gente, entre la que se encontraban Gabriele Alloa y dos de sus hijos, de corta edad. He aquí el relato pormenorizado del trágico hecho, escrito por Lorenzo Bernardi, alcalde de Bibiana, que es dado leer en los Discorsi Storici Di Cesare Cantù, contenidos en la obra Gli Eretici d’Italia (vol. III):

“El que suscribe, Lorenzo Bernardi, juez de Bibiana, certifica, dando fe de lo propio, haber procedido, en el día de la festividad de San Lorenzo pasado, es decir el 10 de agosto de 1663, al reconocimiento de los cadáveres de los muertos a manos de los rebeldes religionarios, quienes llegaron en la mañana de ese mismo día, y haber hallado los siguientes muertos, todos ellos vecinos de este lugar. M. Matteo Barbero, de condición noble, de cincuenta y cinco años de edad y a cargo de ocho hijos; Maria Bonauda, mendiga de alrededor de ochenta años de edad; Andriano y Anna Sebraro, campesinos, de catorce y trece años de edad, hijos del difunto Marcellino Sebraro; Canarina y Maria Porta, pobres y de honorables cualidades, de dieciséis y veinte años de edad, hijas de Giovanni Domenico Porta; Antonio Brissio, de condición pobre y siervo de Gerolamo Cocho, de alredor de quince años de edad; los esposos Caterino y Giovannina Borglii, jornaleros, ambos de alrededor de veinte años; Gabriele Alloa, campesino, de alrededor de cuarenta años, acompañado de dos hijos de corta edad; Andrea Chiaberto, de veinticinco años, jornalero; Giovanna Bertolta, mendiga de alrededor de setenta años; Giacomo Antonio Barone, hijo de Bartolomeo Barone, de catorce años de edad, jornalero; Madalena Ricca, campesina de veinte años de edad, hija de Bernardo Ricca y esposa de Giovanni Pietro Sebraro, grávida a punto de parir; Giouanni Francesco Smeriglio, clérigo de La Motta, […]; Maddalena y Lorenzo Verona, madre e hijo, de condición pobre y trabajadora, de sesenta y quince años de edad. Lo cual suma un total de diecisiete cadáveres, tal como se desprende de la presente acta de visita e información de reconocimiento, tras lo cual me presto, honorablemente, a cualquier requerimiento. Doy fe de lo antedicho que suscribo de puño y letra. Bibiana, a ocho días del mes de enero del año mil seiciento sesenta y cuatro. Lorenzo Bernardi, juez.” (Mi traducción, H.A.)

El 28 de julio de 1629, las tropas francesas ocupan Vigone, Pancalieri, Lombriasco y otras tierras vecinas. Los vecinos se ven obligados a alojar en sus casas a los soldados. Deben asimismo alimentar los caballos del ejército de ocupación. La desastrosa situación sume a los campesinos en la miseria. En ese mismo año, el 4 de octubre de 1629, nace Martino Alloa supra, hijo de Francesco Alloa (1578) y su esposa Leonora.

En 1630 la peste vuelve a azotar la comuna de Vigone, donde provoca 1.500 muertes, y la tragedia induce a los habitantes a elegir a San Nicolás de Tolentino como protector de la ciudad. Si bien la devoción a dicho santo se remonta a 1460, año de fundación del convento de los agustinos, lo que propicia la celebración de San Nicolás es la liberación del terrible flagelo de 1630, diseminado por las tropas alemanas, y probablemente por las excesivas lluvias de 1629, que se extendien hasta el año siguiente.

En 1649, Giacomo Alloa (n. 1598, hijo de Giacomo Alloa y Aloysia) debe hacer frente a un litigio que el municipio de Vigone entabla en su contra por incumplimiento en el pago de la talla.

Las generaciones de los numerosos tataranietos y choznos de Tommaso Alloa (1527) y su esposa Anna Maria (ca 1530) cubren totalmente la segunda mitad del siglo XVII e incluso llegan hasta la segunda década del siglo XVIII.

Para ver la descendencia de Tommaso Alloa (n. 1527), véanse: Bartolomeo.13 Alloa, Giuseppe Pietro.0 Alloa, Stefano.8 Alloa, Maria Margarita.3 Alloa, Michele Antonio.0 Aloua y Michele.4 Alloa en http://gw2.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

En 1690 estalla la guerra de sucesión de España. Pinerolo cae en manos de Luis XIV, quien domina todo el Piemonte. Tras la derrota, el 6 de agosto del mismo año, del ejército piamontés en la batalla de Staffarda, las tropas francesas se precipitan sobre Vigone y otras localidades vecinas sembrando el terror y la desolación.

Varios son los nietos de Bartolomeo Alloa (1620) que, como ya hemos visto, nacen en pleno período de guerra: Domenica (1694), Maria (1695), los mellizos Giorgio y Stefano (1697) y Giovanni Battista (1699), hijos de Giuseppe Alloa (1673), como también Anna Maria Alloa (1698), hija de Bartolomeo Alloa (1677). Los dos últimos hijos de Giuseppe nacerán varios años más tarde: Pietro Giuseppe en 1711 y Giovanni, en 1715.

En la primera mitad del siglo XVIII los franceses sitian la ciudad de Turín, de la que son finalmente expulsados en el mes de septiembre de 1706.

En 1720, el estado constituído hasta entonces por el Ducado de Saboya se tranforma en Reino de Piamonte y Cerdeña. Su primer rey es Víctor Amadeo II de Saboya.

Los dos primeros miembros de la familia Alloa que nacen en el reciente Regno di Piemonte e Sardegna son: Giovanni Maria Alloa (n. 1726, hijo de Giovanni Battista [1699] y Maria Borghino) y Maria Caterina Alloa (n. 1726, hija de Giovanni Battista [1692] y Maria in Alloa). Maria Caterina se casará el 23 de junio de 1748 con Gaspare Rosso, hijo de Michel Angelo, y traerá al mundo a Maria Rosso en 1749.

Las descendencias, hasta la cuarta generación, de: Giovanni Battista Alloa (1699 †1776) y su esposa Maria Borghino (1704 † 1784), y de Pietro Giuseppe Alloa (1711) y su esposa Domenica Maria in Alloa, cubren la totalidad del siglo XVIII y parte del XIX.

Para ver las descendencias de Giovanni Battista Alloa y Pietro Giuseppe Alloa, véanse: Giovanni Battista.4 Alloa y Pietro Giuseppe.0 Alloa en http://gw2.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

De entre los hijos de Gaspare Gabriele Alloa y Maria Margarita Vanzetti, cabe destacar la figura del teólogo Antonio Alloa (n. 1781), cuyo brillante desempeño como canónigo en la diócesis de Sassari, Cerdeña, se manifiesta especialmente en ocasión de la encíclica, de 1841, sobre la inmaculada concepción de la Virgen María.

"Theologus Antonius ALLOA Canonicus. Del Clero e del Popolo della Diocesi di Sassari in Sardegna, p. 115 in Pareri dell'episcopato cattolico, di capitoli, di congregazioni, di università, di personaggi ragguardevoli, etc etc sulla definizione dogmatica dell'immacolato concepimento della B. V. Maria rassegnati alla Santità di Pio XI in occasione della sua enciclica data da Gaeta il 2 febbraio 1849. Parte Prima - Volume Terzo. Roma, 1851". Trad.: Teólogo Canónigo Antonio ALLOA. Del clero y de la comunidad de la Diócesis de Sassari, en Cerdeña (p. 115) en “Opiniones del episcopado católico, de capítulos, universidades y personajes de consideración, etc., etc., acerca de la definición dogmática de la inmaculada concepción de la Santísima Virgen María, remitidas a Su Santidad Pío XI en ocasión de su encíclica emitida en Gaeta el 2 de febrero de 1849. Primera Parte, Volumen III. Roma, 1851. (Mi traducción, H. A.)

En 1833 se erige la imponente Iglesia Santa Maria del Borgo, de estilo neoclásico. Es proyectada por el Ing. Giuseppe Maria Talucchi, autor del Duomo de Santhià, y su construcción se levanta sobre las bases del antiguo templo gótico de mediados del siglo XII. Su piedra basal es bendecida en 1833 pero las obras de decoración acaban sólo entre 1920 y 1930. El campanario es construido en 1777 por el arquiecto Mario Fenocchio.

Entre las preciosas obras de arte que la ornamentan, podemos admirar: el Martirio de San Lorenzo del pintor Sebastiano Taricco (1641 †1710), las sillas del coro de 1771, provenientes de la antigua iglesia, la Natividad de María del pintor Pietro Ayres (1794 †1878), el Via Crucis de Carlo Felice Biscarra (1825 †1894) en la nave central.

Una mención especial merece el hermoso púlpito de madera tallada, obra del Cav. Bartolomeo Alloa (1838 † 1919, hijo de Giuseppe Alloa y Teresa Mattalia).

Otros monumentos arquitectónicos de Vigone son las antiguas iglesias Santa Maria de Ortis (siglo X), Santa Caterina (1460), Chiesa del Gesù (1644) y San Bernardino (1684), el Palazzo Comunale (siglo XVIII), el Teatro Municipale Selve (siglo XIX), la Sala dei Ricordi, obra de Carlo Piccaluga, con su rica colección de órganos del siglo XIX y reliquias históricas.

En el archivo de la parroquia de Santa Maria del Borgo se encuentran, en un antiguo armario de puertas talladas, los libros de registros –desde los de tapas modernas hasta los de hojas de pergamino, con letras pequeñas, grandes, delicadamente dibujadas o garabateadas– que contienen las actas bautismales, matrimoniales y de defunción correspondientes a catorce generaciones de la familia Alloa, desde Tommaso Alloa (1527, hijo de Pietro) hasta Bartolo Alloa (1949, hijo de Antonio Alloa y Caterina Gribaudo), último de los Alloa nacidos en Vigone.

Entre 1871 y 1900 nacen los descendientes de las tres ramas de los Alloa que aseguran la posteridad de la familia hasta nuestros días: la de Giovanni Domenico Alloa (1842 †1924, hijo de Bartolomeo Alloa [1803 †1876] y Margherita Vittoria Viroglio [1808]), la de Giuseppe Alloa (1846 †1903, hijo de los mencionados Bartolomeo Alloa y Margherita Vittoria Viroglio) y la de Giovanni Battista Bernero (1833, hijo de Lucia Maria Alloa [1805] y Carlo Bernero [1804]).

Para ver las descendencias de Giovanni Domenico Alloa (n. 1842), Giuseppe Alloa (n. 1846) y Lucia Maria Alloa in Bernero (n. 1805), véanse: Giovanni Domenico.0 Alloa, Giuseppe-2 Alloa y Lucia Maria.1 Alloa en http://gw2.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

A partir de 1878-79, aproximadamente, muchas personas, acuciadas por la grave situación económica y laboral que pesa sobre todo el Piamonte, comienzan a abandonar sus pueblos y ciudades natales, en busca de nuevos horizontes y mejores condiciones de vida para sus familias. Unos emigran hacia otras ciudades de la misma región o de otras regiones de la península, en la llamada emigración interna; otros se dirigen a otros países europeos, principalmente Francia; otros dejan la vieja Europa para dirigirse hacia otros continentes. Entre los miembros de la familia Alloa de Vigone se dan ambos tipos de desplazamientos. En el período comprendido entre 1879 y 1903 se producen cuatro alejamientos.

Alrededor de 1879, Bartolomeo Sebastiano Alloa (1837), su esposa Ottavia Rosso (1835) y sus diez hijos, de entre uno y trece años, emigran hacia Ruffia, en la vecina Provincia de Cuneo. A ellos nos referiremos en § Los Alloa de Ruffia.

En 1882 parten para la Argentina desde el puerto de Burdeos, Francia: Giovanni Vittorio (o Vincenzo) Alloa (1833 † 1899), su esposa Maria Rosa Molineris (1838 † 1912) y seis hijos: Bartolomeo (1859 1923), Michele Antonio (1869 † 1932), Maria Margherita (1865 † 1923), Domenico (1868 † 1941), Giuseppe (1871 † 1924) y Giovanna (1878 † 1941). Giovanni Vincenzo y Maria Rosa habían traído al mundo otros tres hijos: Michele Domenico (1863), Rosa Bernardina (1874) y Teresa Giovanna (1877), fallecidos en 1964, 1876 y 1877 respectivamente. De este primer Alloa que pisó suelo argentino, como de su mujer y sus hijos, nos ocuparemos más adelante, en § Los Alloa de la Argentina.

En el período comprendido entre 1891 y 1900, el Cav. Bartolomeo Alloa (n. 1838, hijo de Giuseppe Alloa y Teresa Mattalia), su esposa Serafina Sarasino, oriunda de Vinovo, y cinco de sus nueve hijos (Anna Maria, Teresa, Angela, Giulio Cesare y Giovanna) se trasladan a Coazze, Provincia de Turín. De la descendencia de Bartolomeo, autor del púlpito de la Iglesia Santa Maria del Borgo, y su mujer Serafina nos ocuparemos en § Los Alloa de Coazze.

Entre 1896 y 1904 abandonan Vigone, para radicarse en Narzole y Osasco, Pietro Alloa (1845), su mujer Anna Maria Negro (1843) y todos sus hijos: Giuseppe Antonio, Domenica, Bernardo, Francesco, Lucia, Bartolomeo y Maddalena. El mayor de ellos, Giuseppe Antonio (1871), con su mujer Maria Irene Boiero (n. 1878, hija de Giovanni Battista y Margherita Gioannini) se radica en Narzole (Provincia de Cuneo), donde el 25 de febrero de 1905 nace su hijo Pietro Bartolomeo Alloa. Éste se casará el 20 de septiembre de 1941 con Maria Mattio en Velaux, Bouches-du-Rhône, Francia. El resto de la familia, padres y demás hijos, se afincan en Osasco (Provincia de Turín), donde con los casamientos de los hijos se produce una nueva dispersión.

En 1895, Domenica Alloa (1875 †1954), hija de los mencionados Pietro Alloa y Anna Maria Negro, tras casarse con Bartolomeo Bosio, se afinca en Pinerolo, ciudad natal de su esposo, donde nacen sus cinco hijos : Anna, Maddalena, Tommaso, Virginio y Pietro Bosio. El tercero de ellos emigra a los Estados Unidos de América, donde muere († 1967, San Bernardino, California). Sus restos mortales son repatriados a Italia y descansan, al igual que los de sus padres y hermanos, en el cementerio de Pinerolo.

En 1903, Giovanni Bartolomeo Alloa (1873 †1943), hijo de Giovanni Domenico Alloa y Caterina Dellacroce, presta juramento como encargado suplente del servicio Poste, Telegrafi, Telefoni de Vigone.

En 1905, Bernardo Alloa (n. 1879, cuarto de los hijos de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa con Marianna Tibaldo, oriunda de Macello, y con ella se establece en Bricherasio (Provincia de Turín), donde vienen al mundo seis hijos: Maddalena, Maria, Pietro, Domenico, Margherita y Luigi.

En 1907, Francesco Alloa (n. 1881, quinto hijo de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa con Maria Garigliet-Brachet, nativa de Corio, con quien tiene una hija: Maddalena Anna Alloa, nacida en Pinerolo el 17 de junio de 1910. Esta última emigra a los Estados Unidos de América, donde se casa en 1933 con Antonio Smiderle, inmigrante italiano. A esta familia nos referiremos más adelante, en § Los Alloa de los Estados Unidos.

Entre 1907 y 1913, Lucia Alloa (n. ca 1883, sexta hija de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa con Francesco Stuardo, con quien tiene dos hijos: Francesco y Maddalena Stuardo. Esta última se casa con Mauro Marotta, quien falleció el 12.11.2009 en Roletto, Provincia de Turín.

En 1913, Bartolomeo Alloa (n. 1888, séptimo hijo de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa en Pinerolo con Maddalena Bocco (1889 † 1971), y con ella se radica en Cavour (Frazione Gemerello), donde nacen tres hijos: Maddalena (1914 † 1931), Margherita (1915 † 1998) y Pietro (1920 † 2003). La primera muere en plena adolescencia, la segunda no deja descendencia y el tercero, Pietro, se casa en ca 1948 con Domenica Rossetti (1922 † 1979), con quien tiene tres hijos : Elide (1949), Pierfranco (1952) y Nellise (1954). Elide Alloa se casa con Mario Martore, oriundo de Volpiano, con quien tiene dos hijos : Elisa (1978, casada con Mirko Scardaci y madre de Greta Scardaci [2006]) y Davide (1982), ambos nacidos en Pinerolo. Pierfranco Alloa se casa con Gerda Thywissen, de nacionalidad alemana, y sus hijos son Emanuele y Lilly. Nellise Alloa se casa con Martin Solly (1953), de nacionalidad británica, con quien tiene dos hijas: Emily (1986) y Alys (1989), ambas nacidas en Turín.

Por último, Maddalena Alloa (n. 1895, última de los hijos de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa en 1925 ca con Giuseppe Favero (1900 † 1964), con quien tiene una hija: Maria Favero. Veáse asimismo § Los Alloa de Osasco, Bricherasio, Cavour y Pinerolo.

LOS ALLOA DE RUFFIA

El municipio de Ruffia se encuentra en la Provincia de Cuneo, a 40 km. al N.-E. de la capital provincial, en la llanura que se extiende entre el torrente Maira y el Varaita. Su nombre deriva, al parecer, de Rodolfo, conde de Auriate y vasallo de los marqueses de Turín, según documentos medievales que se refieren al lugar como Rodulfia. Fue dominio de los marqueses de Busca, de los señores Falletti, Del Carretto y Cambiano, quienes conservan el feudo hasta la Revolución Francesa. Domina el pequeño burgo rural el imponente Castillo. Ruffia tiene tres iglesias: San Giacomo, la Confraternita dell'Assunta y la pequeña Iglesia Santi Gaetano e Sebastiano.

Ruffia tiene siete frazioni: San Grato, Madonna delle Grazie, Cascina Tetti Bossoli, Tetti Bussone, Colombè, Borelle y Pradassi.

Los apellidos más frecuentes de Ruffia son: Alesso, Giletta, Rista, Balestrone, Granero, Grosso, Lanzetti, Maseno y Minetti. De éstos, Alesso, Giletta y Grosso pertenecen a familias emparentadas con los Alloa.

Como veremos más adelante, por Ruffia pasaba la “strada del sale” (esp.: ruta de la sal) y había allí un peaje que hasta mediados del siglo XIV controlaron los Cambiano, señores del lugar.

Centro fundamentalmente agrícola, Ruffia ha visto surgir y desarrolarse, en los últimos años, actividades productivas en el campo de la alimentación y la mecánica.

Antes de adentrarnos en el tema específico de la familia Alloa de Ruffia, quisiera relatar el hecho, por demás fortuito, que hizo que yo llegara a conocer, en menos tiempo del que podía imaginar, a los “primos de Ruffia”. Era el año 2005. Mi hermana Nelly, su esposo René y yo, después de asistir, en Volpiano, a la ceremonia matrimonial de Elisa Martore y Mirko Scardaci, de quienes hablaremos más adelante, emprendimos una incansable búsqueda de antepasados y parientes que nos llevó por los hermosos caminos de las Provincias de Turín y Cuneo. Cada día lo dedicábamos a un recorrido diferente. Aquel domingo, la meta del viaje era Ruffia, más precisamente el cementerio de Ruffia, donde supuestamente debían de encontrarse las tumbas de una rama de los Alloa. Un año antes, Luigi Alloa (de Bricherasio) me había contado que Maddalena Alloa (de California), cada vez que llegaba de vacaciones al Piamonte, iba a visitar a los parientes de Coazze, Corio y Ruffia. Elide Alloa (madre de Elisa Martore) y su hermana Nellise, por su parte, recordaban que su abuelo Pietro Alloa (de Cavour) solía nombrar con frecuencia a los “cusin ëd Ruffia” (esp.: primos de Ruffia). Luigia “Gina”Alloa (de Vigone), cuando joven, también había oído hablar de los parientes de Ruffia. De los recuerdos concordantes de todos ellos se desprendía –al menos para mí– que en Vigone, cuna de los Alloa, habrían existido por lo menos cuatro ramas familiares: aquella de la cual descendemos tanto Gina como los Alloa de la Argentina, la de los Alloa de Coazze, la de los Alloa de Osasco, Cavour y Bricherasio, y la de los Alloa de Ruffia. Volviendo a la visita al cementerio, no pasaron muchos minutos antes de que mi cuñado René encontrara un mausoleo en cuya parte superior estaba escrito en grandes letras el apellido Alloa. Estábamos leyendo los nombres de los que allí descansan, mirando sus fotos en las lápidas y tratando de deducir los vínculos de parentesco que los unía, cuando de pronto vimos acercarse a una joven mujer, acompañada de un niño… Su mirada, al vernos delante de aquel panteón, fue de asombro. Pero cuando nos atrevimos a explicar nuestra presencia allí y aquella mujer dijo que se llamaba Rosanna Alloa, todo comenzó a aclararse… Rosanna es una de los bisnietos de Bartolomeo Sebastiano Alloa y Ottavia Rosso. Quizá nuestros antepasados comunes se habían ocupado de reunirnos allí y facilitar así mi investigación genealógica.

Alrededor de 1879, en efecto, se radican en Ruffia Bartolomeo Sebastiano Alloa (n. 1837, hijo de Giuseppe y Domenica Mottura), su mujer Ottavia Rosso (1835) y sus ocho hijos: Giuseppe, Michele, Domenica, Giovanni Luigi, Giovanni Battista, Matteo Chiaffredo, Maria Maddalena y Ottavio Bartolomeo, nacidos en Vigone entre 1861 y 1878. A decir de Giuseppina Supertino (1933 †2015), viuda de Matteo Alloa (1935 †1967), la principal razón que impulsó a Bartolomeo y Ottavia a abandonar Vigone fueron las precarias condiciones de vida en que se encontraban. Además muchos eran los hijos a los que debían dar sustento. En los primeros tiempos, Bartolomeo y Ottavia arrendaron una cascina en la que criaban animales y cultivaban un pequeño campo de pocas hectáreas. Luego, con el fruto de sus sacrificios compraron una casa con establo en las inmediaciones del pueblo, donde vive actualmente una tataranieta de Bartolomeo y Ottavia. Aún así, la vida no era fácil para la familia y varios de sus miembros debieron salir a buscar trabajo. Dos de ellos, Giovanni Luigi Alloa (1866 † 1935) y Maria Elisabetta Giletta (esposa de Bartolomeo Nicola Alloa), trabajaron por largos años al servicio de los señores del Castillo de Ruffia, el primero como cochero y la segunda, como ama de llaves.

Bartolomeo Nicola Alloa (1902 †1954) fue, como lo recuerda la inscripción de su lápida fúnebre, “sindaco di Ruffia, amministratore solerte” (esp.: alcalde de Ruffia, diligente administrador).

Matteo Alloa (1935 † 1967), hijo del anterior, pierde la vida en un trágico accidente de trabajo a la edad de treinta y dos años. Su mujer Giuseppina Supertino y sus hijos Bartolomeo y Maria Grazia viven aún hoy en Ruffia, mientras que Rosanna, la segunda hija, vive en Scarnafigi.

Para ver la descendencia de Bartolomeo Sebastiano Alloa, véase Bartolomeo Sebastiano.0 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

LOS ALLOA DE COAZZE

La pequeña ciudad de Coazze se encuentra a 35 km al este de Turín. Se levanta sobre una altura que domina el valle Sangone, entre los valles Chisone y Susa, y tiene a sus espaldas las montañas del Parque Rocciavrè-Orsiera. Cuenta con una población de 2.889 habitantes. El lema de Coazze, Ognuno a suo modo (esp.: cada cual a su manera), inscripto en el campanario de la iglesia, inspiró a Pirandello el nombre de una de sus obras más famosas: Ciascuno a suo modo.

Los apellidos más frecuentes de Coazze son: Ostorero, Allais, Ruffino, Rosa Brusin, Giacone, Lussiana, Giovale, Oliva, Tessa y Picco. Ninguno de ellos pertenece a personas emparentadas con los Alloa.

En Coazze, como ya hemos dicho, se afincan Bartolomeo Alloa (1839 †1919), su esposa Serafina Sarasino (1844 †1935) y sus cinco hijos: Anna Maria (1865 †1915), Teresa Albina (1870 †1946), Angela (1875 †1970), Giulio Cesare (1878 †1953) y Giovanna (1882 †1936). Los otros cuatro hijos del matrimonio, Teresa Anna, Giuseppe Paolo, Bartolomeo y Serafina, mueren en Vigone antes de que el resto de la familia se traslade a Coazze. El segundo de ellos, el Rev. Giuseppe Paolo Vincenzo Alloa (1866 †1891), es en los últimos años de su vida diácono de la Parroquia Santa Maria del Borgo.

Bartolomeo Alloa es elegido miembro del Consiglio Comunale de Vigone el 19 de mayo de 1912. Se desempeña posteriormente como alcalde. En la obra Vigone nella storia dal 1700 ai giorni nostri de Francesco Suino (2008), nos es dado leer las elogiosas palabras pronunciadas en la sesión del 5 de junio de 1919 por el alcalde Maletto, tras la muerte de Bartolomeo: ... durante tantos años perteneció al Consiglio Comunale, prestando sus preciosos servicios como asesor y alcalde para bien de la población y desplegando sus dotes de sabio y honrado administrador. (op. cit., mi traducción, H.A.)

Bartolomeo Alloa cultivaba el arte de la talla. En una de las paredes de la farmacia de su bisnieta Giulia, en Coazze, se puede admirar una de sus obras: el propio rostro de Bartolomeo, tallado por él mismo y con el que se hizo el molde que sirvió, después de su muerte, para realizar el medallón de mármol que embellece su tumba, en el cementerio de Vigone.

Angela, hija de Bartolomeo y Serafina, dedica su vida a la docencia. Se desempeña como maestra, entre otros lugares, en Macello y Vicoforte (Cuneo), donde muere el 19 de abril de 1970. Sus restos, al igual que los de sus padres y hermanos, descansan en el mausoleo de la familia, en el cementerio de Vigone.

Giulio Cesare, hermano de Angela, cursa estudios de medicina y farmacia (Annuario della Reale Università di Torino anno 1904, [p. 229, 278]), y en 1913 se casa con Celeste Turinetto, con quien tiene tres hijos: Bartolomeo alias Lemy, Franco Giorgio y Felix. La familia vive en una hermosa casa de sillar, situada al lado de la iglesia, frente a la pequeña plaza del pueblo. Una parte de la planta baja de la casa está ocupada por la farmacia de la Dra. Giulia Alloa, quien la recibe de su padre Bartolomeo, el cual a su vez la hereda de su padre Giulio Cesare. Los restos mortales de Giulio Cesare, al igual que los de su esposa Celeste, descansan en su ciudad natal: Vigone.

Giovanna Alloa (1882 †1936) se casa con Angelo Morello (1888 †1936), oriundo de San Mauro Torinese, con quien tiene dos hijos: Agostino y Maria. Esta última se casa con ? Bandellone y tiene dos hijas: Giovanna y Anna Maria Bandellone.

Bartolomeo alias Lemy Alloa (n. 1914, hijo de Giulio Cesare y Celeste) se casa con Nella Boero (1914), nativa de Coazze, y tiene con ella dos hijos: Giulia y Marco. Dedica su vida a la profesión farmacéutica y muere en 1998. Nella aún vive en la hermosa casa de Coazze a la que ya nos hemos referido. Los restos de Bartolomeo, a diferencia de los de su padre Giulio Cesare y su abuelo Bartolomeo, no son trasladados a Vigone, sino que descansan en el cementerio de Coazze.

Franco Giorgio Alloa (1918 †1976) se casa con Carla Zanetti (1930 †1997), con quien tiene tres hijos: Emanuele, Paolo y Giulio. En 1941, Franco Giorgio forma parte de las tropas de soldados italianos que Mussolini, aliado a Hitler, envía a Rusia. En una de mis visitas al Archivo de la Biblioteca Civica de Carmagnola, en mayo de 2007, me fue presentada una persona cuyo padre, soldado de la clase 1919, fue compañero de Franco Giorgio alias Dodo, a quien aún recuerda con especial afecto.

Felix, hermano de los mencionados Lemy y Franco Giorgio, no ha tenido descendencia.

Giulia Alloa, hija mayor de Lemy y Nella, se desempeña como farmacéutica. Está casada con Gian Franco Gorgellino y tiene un hijo: Francesco Umberto Gorgellino.

Marco Alloa, hijo de Lemy y Nella, es médico y ejerce su profesión en Turín. Está casado con Paola Ramella, con quien tiene dos hijos: Stefano y Carlo Alberto.

Para ver la descendencia de Bartolomeo Alloa (1838 †1919), véase Bartolomeo.9 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

LOS ALLOA DE OSASCO, BRICHERASIO, CAVOUR, PINEROLO Y TORINO

Cavour, Bricherasio, Osasco y Pinerolo son cuatro municipios de la llanura piamontesa occidental, situados a los pies de los Alpes. Los tres primeros, al igual que Vigone, Macello, Buriasco y otros municipios ya mencionados, forman parte del llamado “Pinerolese”, es decir la zona de planicie que se extiende en el triágulo delimitado por Turín y Carmagnola, hacia el norte y el este, el río Po, hacia el sur, y la ciudad de Pinerolo, hacia el oeste, a los pies de las montañas y valles alpinos que separan el Piamonte de Francia.

Osasco se encuentra a 4 km al sur de Pinerolo y a 8 km. de Cavour, a la orilla derecha del torrente Chisone, sobre la carretera que desde Pinerolo conduce a Cavour, Saluzzo y Cuneo. Su población cuenta con 1.046 habitantes.

En el siglo XIII Osasco era feudo de la Abadía de Santa María de Cavour. En 1325, en virtud de un tratado estipulado entre el abad de Cavour y Felipe de Saboya-Acaya, el primero cede Osasco al segundo a cambio de 106 giornate51 de tierras en las cercanías de Cavour y 900 liras vienesas. Tras las incesantes disputas, en el siglo XIV, entre el príncipe Felipe y el marqués del Monferrato, por un lado, y los conflictos entre el príncipe Amadeo de Acaya y el marqués Teodoro II del Monferrato, por el otro, Osasco es entregado en feudo a los condes de Bricherasio, comenzando de este modo la dinastía de los condes Cacherano de Osasco, una de las familias de mayor renombre de la nobleza subalpina. En los siglos XV y XVI, a la decadencia económica de la ciudad se suman los terribles efectos de la epidemia que la castiga en reiteradas ocasiones. Entre el siglo XIV y el XVII, Osasco es escenario de las persecuciones religiosas de que son objeto los valdenses. Dada su ubicación geográfica, la ciudad se ve siempre afectada por los conflictos que enfrentan al estado de Saboya con Francia. Desde mediados del siglo XVI se da en la zona una reactivación de la agricultura, pero después de ser ocupada por las tropas napoleónicas, sufre el grave desastre del terremoto que sacude todos los valles que circundan Pinerolo. En 1928, a raíz de la política fascista de las “grandes comunas”, Osasco es anexado al municipio de San Secondo di Pinerolo, pero recobra su autonomía en los primeros años de posguerra.

Hacia 1896 llega a Osasco, como ya hemos dicho anteriormente, Pietro Alloa (n. 1845, hijo de Giuseppe Alloa y Domenica Mottura), acompañado de su esposa Anna Maria Negro y seis de sus hijos. Éstos, sin embargo, a medida que se van casando, dejan Osasco por otras localidades vecinas, como Bricherasio, Cavour, Macello y Pinerolo.

Bricherasio se encuentra a 40 km al S.-O. de Turín y a 8 km al sur de Pinerolo, prácticamente en la desembocadura del Valle Pellice. Cuenta con una población de 2.000 habitantes. Sus frazioni son: Cappella Moreri, Cappella Merli, San Michele, Sopravilla y Rivà.

El topónimo Bricherasio derivaría probablemente de “brigum” (altura). La antigua ciudad se encontraba a orillas del torrente Chiamogna. Sus orígenes se remontan a la época de los ligures, quienes ocupan el lugar antes de la llegada de las legiones romanas. Se convierte luego en feudo de los Anscarici, los cuales construyen un imponente castillo. En el siglo XIV, el príncipe Felipe de Saboya-Acaya traslada la ciudad al sitio que ocupa actualmente. Es durante largos años escenario de la lucha contra los valdenses. El siglo XV es el período de mayor desarrollo económico: se explotan canteras y se construyen manufacturas para la elaboración de la lana, cuya actividad llega hasta el siglo XIX.

Alrededor del año 1903, en una cascina de lo que hasta la segunda guerra era la zona rural norte de la ciudad y en la actualidad no es sino un barrio periférico más de Bricherasio, se instalan Bernardo Alloa (1879 †1953) y su esposa Marianna Tibaldo, oriunda de Macello. Allí nacen sus seis hijos: Maddalena (1904 †1940), Maria (1906 †1992), Pietro (1908 †1986), Domenico (1910 †1980), Margherita (1812 † ?) y Luigi (1915 †1981). Bernardo, su esposa Marianna y sus hijos María, Pietro y Domenico fueron sepultados en el cementerio de Bricherasio. Los restos de Maddalena Alloa, hija de Bernardo y Marianna, casada con Lorenzo Chabert, como también los familiares de este último, descansan en el cementerio de Osasco. En este pueblo viven en la actualidad Giuseppe y Luigi Chabert, hijos de los mencionados Maddalena Alloa y Lorenzo Chabert.

La primitiva cascina, a orillas de la strada di Pinerolo (esp.: carretera de Pinerolo), es habitada actualmente por Luigi Alloa (1935), hijo de Pietro y nieto de Bernardo. Luigi está casado con Amalia Chiabrando, con quien ha tenido tres hijos: Mario (1960), Lidia (1962) y Bruno (1964). Luigi se dedica a la agricultura y cría de ganado, pero sus dos hijos varones se especializan en la producción de manzanas. Lidia, casada con Sergio Rossetti y madre de Chiara Rossetti, desempeña, en el marco de las actividades municipales de Bricherasio, la encomiable labor de Professore Associato Responsabile Punto di Supporto Tecnico Ausili Tecnologici, cuya misión es la de ayudar y sostener moralmente a los ancianos que viven solos, llevándoles las comidas a domicilio, acompañándolos a los establecimientos médicos donde son atendidos, apoyándolos sicológicamente, y llevar entretenimiento –juegos y música– a los ancianos alojados en la Casa di Riposo.

Transcribiré aquí el mensaje que el Prof. Diego Priolo, antropólogo de Pinerolo, envió al Ing. Sergio Giacone, quien, a su vez, me lo remitió el 9 de septiembre de 2002:

"Inoltre troverà il pezzo sul lupo di Bricherasio, ultima uccisione documentata di un lupo nel Pinerolese. In questo pezzo si fa cenno alla famiglia Alloa, nei pressi della cui casa, al tempo dei fatti però non di loro proprietà, venne appunto ucciso il lupo in questione. La figlia dei signori Alloa è una mia studentessa di seconda Liceo Classico e quando le accennai il fatto che un certo prof. Alloa, docente universitario a Cordoba, traduceva i miei pezzi presenti sul suo sito in spagnolo, mi disse, che a quanto aveva sentito in famiglia, dei loro parenti si sarebbero trasferiti in quella città argentina tanto tempo fa. Forse sarà solo un caso di omonimia ma mi sembrava opportuno portarlo a sua conoscenza." (Trad.: Además encontrará el fragmento referente al lobo de Bricherasio, la muerte del último lobo en la zona de Pinerolo, de la que se tiene constancia documental. En dicho fragmento se alude a la familia Alloa, en el patio de cuya casa, que por entonces no era de su propiedad, fue derribado el lobo en cuestión. La hija del señor y la señora Alloa es alumna mía en segundo año del Liceo Clásico y cuando le referí que cierto Prof. Alloa, docente universitario de Córdoba, estaba traduciendo los escritos míos para la parte de español de su sitio, me dijo que había oído decir a sus familiares que unos parientes de ellos habían ido a vivir a la Argentina hace mucho tiempo. Quizá sólo se trate de un caso de homonimia, pero me parecía oportuno hacérselo saber.) (Mi traducción, H. A.)

La alumna a la que alude el Prof. Priolo en su mensaje es efectivamente Elisa Alloa, hija de Franco Alloa y Maria Angela Fenoglio, y la anécdota referente al lobo me fue confirmada por Luigi Alloa cuando me recibió en su casa por primera vez, en enero de 2003.

La ciudad de Cavour se encuentra a 49 km al S.-O de la capital provincial, en la vasta llanura recorrida por el torrente Pellice. Su población tiene 5.500 habitantes.

Según la tradición popular, su nombre derivaría de “caburna”, es decir “cabaña”. Según otra versión, su significado sería “tierra ubicada sobre una elevación” o “en las proximidades de la montaña”. Otros, por el contrario, lo relacionan con el pueblo celta de los Caburnos.

Fue primero asentamiento romano y mucho más tarde feudo del conde Amadeo IV de Saboya.

En la Edad Media, Cavour se vio involucrada en los diferendos existentes entre la casa de Saboya, los marqueses de Saluzzo y los del Monferrato. Su posición geográfica hacía de ella un bastión de defensa contra los franceses.

En 1648 fue entregado como feudo a Michele Antonio Benso, miembro de una antigua y poderosa familia de Chieri, de la cual descendía el ilustre estatista Camillo Benso Conde de Cavour.

En el siglo XIX se desarrolló la agricultura y se construyeron canales de irrigación. Cavour conserva preciosos testimonios artísticos entre los cuales cabe mencionar la Abbazia di Santa Maria, la Parrocchiale di San Lorenzo, la Iglesia di Santa Croce y la dedicada a los Santos Nombres de Jesús y la Virgen María.

La mayor atracción de Cavour la constituye, sin embargo, la Rocca, macizo de roca granítica que domina la llanura y cuya superficie circunstante ha sido declarada parque natural.

Los apellidos más frecuentes de Cavour son: Magnano, Bruno, Barotto, Priotti, Bertinetto, Boiero, Martini, Brarda, Rossetti y Bocco. De estos apellidos sólo uno, Rossetti, pertenece a una familia emparentada con los Alloa de Cavour. Los apellidos Boiero, Martini y Bocco pertenecen a personas unidas por vínculos matrimoniales con los Alloa, pero dichas personas no son oriundas de Cavour, sino de Vigone, las dos primeras, y de Pinerolo, la tercera.

Alrededor de 1913, como ya hemos visto al referirnos a los Alloa que abandonan Vigone, Bartolomeo Alloa (1888 †1935) y su mujer Maddalena Bocco (1889 †1971) se establecen en Cavour, donde nacen sus tres hijos: Maddalena (1914 †1931), Margherita (1915 †1998) y Pietro (1920 †2003). Los hijos de este último y su mujer Domenica Rossetti, al egresar de los colegios secundarios que frecuentan en la vecina ciudad de Pinerolo, se trasladan a Turín, donde las dos mujeres, Elide y Nellise, cursan magisterio. La primera de ellas se ha desempeñado en Turín como maestra de niños discapacitados y vive actualmente en Volpiano. Tiene dos hijos: Elisa y Davide Martore. Elisa está casada con Mirko Scardaci y tiene una hija: Greta, unos de los últimos retoños del frondoso árbol de los Alloa. Nellise, casada con Martin Solly, es docente jubilada y vive en Turín. Nellise y Martin tienen dos hijas: Emily, estudiante universitaria, y Alys, estudiante secundaria. Pierfranco, por su lado, concurre a la universidad entre 1975 y 1980, donde se aboca al doctorado en ciencias políticas. Mas tarde se especializará y comenzará a trabajar en Luxemburgo, y tras casarse con Gerda Thywissen, se afincará en Bruselas, donde vive actualmente. Gerda es intérprete de la Unión Europea. Emanuele Alloa, hijo de Pierfranco y Gerda, se ha doctorado en filosofía en Berlín y reside en París, Francia.

Es precisamente Emanuele quien en el año 2002, a dos años del comienzo de las investigaciones que han dado origen a estas páginas, me envía un mensaje preguntándome qué vínculo de parentesco unía su familia a la mía. Después de mi respuesta, en la que le exponía la procedencia de mi bisabuelo y de mi abuelo –ambos afincados en la Argentina desde fines de 1882–, llega un mensaje de su padre Pierfranco, quien me hace saber que también sus antepasados eran de Vigone y que siendo éste un pueblo de no más de 4.000 habitantes, los Alloa del siglo XIX no debían de ser una “derrata molto abbondante” (esp.: un producto muy abundante), lo cual lo inducía a pensar que muy probablemente todos los Alloa de Vigone descendían de un tronco común. En mi estada en Italia en 2003, durante la cual conozco a Nellise y Elide, hermanas de Pierfranco, se confirma la suposición de Pierfranco: siguiendo el hilo que a través de las actas bautismales permite llegar a varias generaciones anteriores, queda demostrado que su tercer tatarabuelo Giuseppe Sebastiano (1736) y mi tercer tatarabuelo Bartolomeo (1745) eran hermanos, hijos de Pietro Giuseppe Alloa (1711) y su esposa Domenica Maria (1712).

Para ver la descendencia de Pietro Alloa (n. 1845), véase Pietro.1 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

LOS ALLOA Y ALLOA CASALE DE CAVALLERMAGGIORE, SAVIGLIANO Y SALUZZO

La carretera que, pasando por Racconigi, une Carmagnola con Cavallermaggiore, Savigliano y Saluzzo, en dirección S.-O., es la principal vía de comunicación que desde la época de los romanos conduce desde Turín hacia los más importantes centros del sur piamontés: Saluzzo, Fossano y Cuneo. Ésta última ciudad se levanta en una suerte de anfiteatro montañoso en el que convergen varios valles por los que se accede a Francia y a la Liguria. Desde tiempos remotos, el camino que desde la Liguria conducía a Cuneo a través de los Alpes era conocido como “la strada del sale” (esp.: la ruta de la sal). Por ella transitaba efectivamente la preciosa sustancia que, desde el sur de Francia, en uno de sus recorridos, pasaba por Villafalletto, Savigliano, Monasterolo, Ruffia, Cavallerleone, Murello y Polonghera, y en el otro, por Villafalletto, Savigliano, Cavallermaggiore y Racconigi. La sal, que permitía conservar los alimentos, satisfacer la necesidad del ganado y el curtido del cuero, provenía de las salinas de Hyères y Toulon. Para quienes vivían a la vera de la ruta de la sal, con el incesante pasar de caravanas de mulas, a un ritmo de no menos de 30.000 al año, los siglos XVI y XVII fueron una edad de oro.

Esta ruta o al menos parte de ella es la que habría recorrido otra rama de los Alloa al alejarse de Carmagnola. Pero para comprender mejor este desplazamiento hacia el sur y especialmente la alternancia de los apellidos Alloa y Alloa Casale es conveniente que nos detengamos a analizar –o al menos a intentarlo– algunos hechos, anécdotas y recuerdos, y ver qué hay en ellos de concordante o no.

Personalmente, cuando era niño, el hecho de que un tío político de mi madre, Stefano Alloa Casale (barba Stev), tuviera tal apellido y el nuestro fuera Alloa me llenaba de curiosidad, y por más que mis padres quisieran convencerme de que se trataba de una mera casualidad y que si había algún parentesco entre ambas familias, no se debía a la semejanza entre ambos apellidos, sino a que la tía de mi madre, Francisca Alanda, se había casado con Stefano Alloa Casale, sus explicaciones no me satisfacían totalmente. Tanto el tío Stefano como su primo Giacomo Alloa Casale (Giacolin), quien llegó a la Argentina unos años más tarde, se encargaban de confirmar los dichos de mis padres.

Era el año 1974 y durante un viaje por Italia con mis padres y mi tía María Alloa de Alberto, fuimos a Madonna del Pilone, en las proximidades de Cavallermaggiore, a conocer a los Alloa Casale, a quienes además llevábamos los afectuosos saludos de sus sobrinos Stefano y Giacomo. Los dueños de casa eran tres: dos mujeres (Lucia y Caterina) y un varón (Matteo), los tres de edad bastante avanzada. Recuerdo el asombro con que aquellos viejitos oyeron decir a mi padre que nuestro apellido era Alloa. Según ellos, el apellido de sus antepasados de varias generaciones atrás no era Alloa Casale, sino Alloa, como el de todos los demás Alloa de la región. Ahora bien, en el mes de mayo pasado, María Alloa Casale de Racca (1918), que vive en la localidad de Bossola, en la inmediaciones de Carmagnola, y a pesar de sus ochenta y ocho años tiene una lucidez abrumadora, me contó que fue a uno de sus antepasados, probablemente a su segundo tatarabuelo Carlo Alloa Casale (ca 1773), a quien le modificaron el apellido con el añadido de Casale. Cuando el joven fue incorporado al servicio militar, su apellido era Alloa y no Alloa Casale, pero como había muchos otros soldados de apellido Alloa que llevaban el mismo nombre de pila, hicieron que el juez del lugar le agregara Casale, por provenir de un “casale”, es decir de un gran caserío en el campo, donde vivía la familia. El relato coincide con el del viejito Matteo, y nos esclarece acerca de la identidad de aquel antepasado cuyos descendientes tendrían de ahí en más el apellido Alloa Casale. Pero nada es perfecto...

En el año 2004, un miembro de uno de los foros de genealogía en que estoy inscripto, el Sr. Mauro Patrile, de la ciudad de Busca, Provincia de Cuneo, me envía un mensaje en el que me dice que si es de mi interés, puede ponerme en contacto con un amigo suyo, músico, que se llama Francesco Alloa y cuyos padres viven en Caramagna Piemonte, Cuneo. Teniendo presente que –al menos hasta aquel momento– todos los Alloa de mi línea paterna eran de Vigone y los Alloa Casale emparentados con mi madre eran de Cavallermaggiore y Madonna del Pilone, lo primero que le pregunté a Mauro fue si tenía la certeza de que su amigo era Alloa y no Alloa Casale. La respuesta, esta vez de Francesco, fue que su padre, a quien había consultado, decía no tener antepasados de apellido Alloa Casale, aunque alguna vez había oído este apellido.

En el mes de mayo de 2007, visité el cementerio de Caramagna Piemonte, donde a poco de empezar a caminar, me encontré ante los nichos de un Stefano Alloa y un Francesco Alloa. A una señora que pasaba por allí le pregunté si conocía a esos difuntos, a lo cual respondió afirmativamente, agregando además que si deseaba conocer a Giorgio Alloa, el hermano de Stefano e hijo de Francesco, no tenía más que ir hasta el club de bochas próximo al cementerio, donde lo encontraría seguramente. Giorgio me escuchó con suma atención e insistió en que el apellido de la familia no era Alloa Casale, sino Alloa. Al preguntarle yo si sus padres o abuelos eran de Vigone, recordó de repente que hacía unos años su hijo se había puesto en contacto con un argentino de apellido Alloa, cuyos antepasados eran precisamente de Vigone. Para su gran sorpresa, esa persona no era otro más que yo, y para la mía, su hijo era aquel Francesco que me había escrito por correo electrónico. Entonces llamó a su mujer Gabriela, que estaba jugando a las cartas con otras señoras, y ella llamó por teléfono a su hijo Francesco para contarle de nuestro encuentro. Una semana más tarde, volví a ver a Giorgio y Gabriela en su casa, donde me habían invitado a almorzar. Allí me presentaron no sólo a su hijo Francesco, con el que nos conocíamos “virtualmente”, sino también a Teresina y Margherita Alloa, hermanas mayores de Giorgio, y a Graziella, la viuda de Stefano, aquel cuya lápida había visto en el cementerio. En medio de un delicioso almuerzo, acompañado de los relatos y recuerdos de aquella familia con la que supuestamente yo no tenía nada que ver, Teresina me cuenta que su abuelo era un Alloa Casale (sic) de los de Madonna del Pilone, que su tío Giacomo Alloa Casale había emigrado a comienzos del siglo pasado hacia la Argentina, donde lo esperaba su primo Stefano, y que el apellido de Teresina como el de todos sus hermanos, por deseo de su padre, había vuelto a su forma simple primitiva. Todo quedaba claro: hablábamos de las mismas personas… Y otra cosa me quedaba clara: un Alloa, por culpa del servicio militar, había tenido que adoptar el apellido Alloa Casale, pero sus descendientes –al menos los de esta rama, no todos– han dejado de llamarse Alloa “del caserío”.

A diferencia de la modificación sufrida por el apellido de los Alloa de Caramagna Piemonte, otros Alloa, que se establecieron en Savigliano y Saluzzo, como veremos a continuación, siguieron llamándose Alloa hasta hoy, como también aquellos que pasaron a pueblitos de la Provincia de Torino, cercanos a Carmagnola, como Vigone, donde nacieron mis antepasados paternos Alloa.

En conclusión, podemos pensar, como expresa G. Mola di Nomaglio, que todos los Alloa proceden probablemente de un mismo tronco, anterior a 1500, y por consiguiente en mayor o menor medida todos ellos estarían unidos por un vínculo de parentesco.

a/ LOS ALLOA Y ALLOA CASALE DE CAVALLERMAGGIORE Y CARAMAGNA PIEMONTE

La ciudad de Cavallermaggiore se encuentra en la Provincia de Cuneo, a 40 km al N.-E. de la capital provincial. Cuenta con una población de 5.064 habitantes. El topónimo de Cavallermaggiore podría derivarse de la existencia, en el lugar, de criaderos de caballos de tiro. En efecto, los romanos llamaban equus al caballo elegante, de carroza, y caballus al de tiro, para carros. Así pues, se denominaba con el término caballarium el lugar donde se criaban caballos.

Los antecedentes históricos de la ciudad de Cavallermaggiore se remontan a la época romana, en el siglo II a. C., y se ven confirmados por el hallazgo, en 1928, de una tumba romana en la zona de Trebbietta (siglo I a. C.).

En las postrimerías del siglo X el territorio de Cavallermaggiore es asignado por los marqueses de Turín a las abadías de Novalesa y Caramagna. En un documento fechado en 1028 reza Cavallarium Witberti, nombre de la familia dominante, el fundador de cuyo linaje se llamaba Witberto y era un antepasado del Marqués de Susa: Arduino (955 - 1015). En una bula del papa Lucio III (1185) se consigna el nombre Cavallarius Maius y ya en 1191 se lo diferencia de Cavallerleone, nombre de otra pequeña ciudad vecina. Efectivamente, en otra bula papal, de Celestino III, se registran por separado Cavallario Maiore y Cavallario Leone.

En la Edad Media, Cavallermaggiore es un territorio del que desean apoderarse muchos señores. En el siglo XII pasa a manos de Bonifacio del Vasto y a los Marqueses de Busca; posteriormente, a los Señores de Rossana y, finalmente, al Marquesado de Saluzzo. En 1314 se adueñan de él los Acaya. En el siglo XIV se redacta el Estatuto de la ciudad, del que aún en la actualidad se conserva una copia de pergamino, fechada en 1392. A partir del siglo XV y más exactamente en 1418, Cavallermaggiore pasa a formar parte de los dominios de los Saboya y su historia se vinculará en lo sucesivo a las vicisitudes de dicha dinastía.

En época más reciente, en 1863, el Rey Víctor Manuel II confirió a Cavallermaggiore el título de ciudad.

El municipio de Cavallermaggiore tiene nueve frazioni: Asalotti, Bertoloni, Cascine Olmetto, Cascine Trebietta, Foresto, Madonna del Pilone, Mana, Motta Gastaldi y Prinotti.

De la frazione Madonna del Pilone son oriundos la mayoría de los Alloa Casale, y de la frazione Prinotti, los hijos de Francesco Alloa Casale (1899).

Los diez apellidos más frecuentes de Cavallermaggiore son: Racca, Rosso, Fissore, Gonella, Chiavassa, Cigna, Fumero, Tavella, Longo y Mana. Dos de estos apellidos, Racca y Fissore, pertenecen a familias emparentadas con los Alloa Casale oriundos de Madonna del Pilone y Prinotti.

Las ramas más antiguas de la familia son las de Ambrogio (1772), Carlo (1773), Giuseppe (1775) y Giovanni Battista (1778), quienes probablemente fueron hermanos.

Para ver las descendencias de Ambrogio Alloa Casale y Carlo Alloa Casale, véanse: Ambrogio.0 Alloa Casale y Carlo.5. Alloa Casale en http://gw2.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

La persona de Gemma Alloa Casale (1930), hija de los mencionados Giuseppe Alloa Casale (1886 †1976) y Caterina Biolatti (1893 †1971), constituye un caso que por dos razones deseo recalcar. En el año 2005, Elide Alloa me entregó una hoja de periódico del año 1957 que su suegra había guardado durante mucho tiempo por una noticia referida a Gemma Alloa que allí se relata y veremos a continuación. Cuando, con el pasar de los años, Elide se casó con Mario Martore, su suegra le mostró el artículo señalándole la coincidencia de apellidos. Elide, ignorando totalmente quién era aquella persona, conservó la hoja de diario hasta el día en que llegó a mis manos. El artículo en cuestión alude a Gemma Alloa, religiosa de la Congregazione della Sacra Famiglia de Savigliano, quien, encontrándose gravemente enferma, es llevada en el mes de septiembre de 1957 a Francia, al santuario de Nuestra Señora de Lourdes. Al día siguiente de su regreso a Savigliano, tras varias horas en que la enferma se debate entre la vida y la muerte, se produce de pronto la sanación. Al pie de la foto que reproduce el periódico se puede leer: “Suor Gemma Alloa, dell’Istituto Sacra Famiglia, guarita nel mese di settembre a Lourdes durante il pellegrinaggio dell’Unitalsi.” La segunda razón por la que nos hemos detenido en este caso es que el apellido de Suor Gemma, tal como aparece en el periódico, es Alloa, y por ende, mi investigación debía orientarse hacia los miembros de las familias Alloa de Vigone y Carmagnola. Éstas, sin embargo, en la época en que transcurre el “milagro”, no cuentan con ninguna religiosa. Había que rastrear entonces por el lado de los Alloa Casale de Madonna del Pilone y Prinotti. En el mes de abril de 2007 me dirigí al convento de las hermanas de la Sacra Famiglia de Savigliano, tratando de recabar alguna información acerca de Suor Gemma y su familia. Para mi gran sorpresa, la religiosa que me recibió me hizo saber que allí vivía Suor Immacolata Alloa Casale, a quien llamó al locutorio. Así me enteré de que Suor Gemma y Suor Vincenza Alloa Casale, hermanas de Suor Immacolata, vivían en Cervasca, pueblo de la provincia de Cuneo. Entonces, con Elide Alloa fui a conocerlas, y ambos pudimos oír de boca de la propia Suor Gemma el relato pormenorizado de su peregrinación a Lourdes y su sanación.

Para ver las descendencias de Giuseppe Alloa Casale (n, 1775) y Giovanni Battista Alloa Casale (n. 1778), véanse: Giuseppe.2 Alloa Casale y Giovanni Battista.0 Alloa Casale en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

b/ LOS ALLOA DE MARENE, SAVIGLIANO Y SALUZZO

La ciudad de Savigliano se encuentra en la Provincia de Cuneo, a 33 km. al E. de la capital homónima provincial. Cuenta con una población de 19.884 habitantes. Sus frazioni son: Apparizione, Benne, Braida, Canavere Alte, Cascina Due Porte, Cavallota, Chiamba, Ex Ferreira, Levaldigi, Maresco, Marinetto-Consolata, Oropa, Rigrasso, San Salvatore, Sanità, Solere, Suniglia, Tetti Roccia y Tetti Vigna.

Los diez apellidos más frecuentes de Savigliano son: Bosio, Ferrero, Mellano, Racca, Allasia, Testa, Panero, Mana y Cravero. Allasia es el único apellido perteneciente a una de las familias emparentadas con los Alloa de Savigliano.

A fines de la Edad Media, Savigliano fue uno de los puntos de peaje más importantes, ya que constituía la encrucijada de los caminos que desde Niza, los pasos alpinos y Cuneo conducían hacia el norte y la zona de Asti. Además, en la baja Edad Media, la ciudad fue un próspero centro comercial. La existencia de un mercato que, según el historiador C. Turletti55, se realizaba todos los viernes, se encuentra documentada desde 1217. En el transcurso del siglo XV, dicho mercado debió soportar la grave competencia del mercado de Carmagnola, al punto que Carlos I de Saboya autorizó al municipio de Savigliano a organizar otro mercado los días martes, y al de la ciudad de Carignano, que ya tenía estipulado un día para el mercado, a hacer lo mismo los días miércoles.

Dada su posición geográfica, la ciudad de Savigliano se encontraba particularmente expuesta a las pretensiones expansionistas del marquesado de Saluzzo. Sin embargo, desde 1349 siguió las vicisitudes de la casa Saboya, con largos períodos de dominación francesa. Importante plaza fuerte militar, ejerció una real supremacía territorial a fines del siglo XVI y en el siglo siguiente, dándose en correspondencia un florecer de las artes, que se plasma principalmente en la pintura de la “scuola saviglianese”, que se impone en toda la provincia. La nobleza local, cuyos miembros desempeñan altas funciones en la corte, reestructura los palacios de la ciudad y las señoriales residencias de campo, a las que confieren espléndidas formas manieristas o barrocas, al mismo tiempo que los conventos y monasterios rivalizan por modernizar las iglesias y los claustros.

Al derribarse las murallas fortificadas de la ciudad a fines del siglo XVIII, Savigliano pierde su función de ciudadela militar, como también la prestigiosa posición que ha ocupado respecto de las demás ciudades piamontesas. Cien años después, la ciudad recupera su importancia en el sector de las manufacturas textiles y en el campo mecánico, al que la llegada del ferrocarril, en 1853, ofrece nuevas perspectivas de tráfico y enlaces.

Los Alloa de Marene y Savigliano nunca han adoptado el aditamento Casale en las cuatro últimas generaciones. Varias son las conjeturas posibles: es posible que desciendan directamente de una rama de la familia de Carmagnola diferente de la que dio origen a la de Madonna del Pilone y Caramagna Piemonte, o bien del mismo linaje pero en una época anterior a la aparición del apellido compuesto Alloa Casale, pero también podría deberse a que, al igual que en la familia de Madonna del Pilone y Caramagna Piemonte, de Alloa pasaran a llamarse Alloa Casale y que a partir de cierto momento volvieran a la forma simple Alloa.

Para ver la descendencia de Bartolomeo Alloa (n. ca 1846), véase Bartolomeo.16 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

De los Alloa de Savigliano merecen una mención especial los hermanos Luciano Giuseppe y Renato Alloa, hijos de Andrea Giovanni Alloa y Paola Ugo.

Luciano Giuseppe Alloa (1925 †1945) se enrola como partigiano en la Brigada Carando, cuya misión, como la de otras tantas brigadas de la Resistencia italiana, era la lucha contra la ocupación nazi-fascista. La Liberación, en un clima de euforia popular, tiene lugar el 25 de abril 1945, pero no todo ha acabado, ya que en la tarde del día siguiente, mientras se abren las puertas de las cárceles y se engalanan los balcones con la bandera tricolor, unos ciento cincuenta hombres de la Brigada Carando, entre los que se encuentra Luciano Alloa alias Gorman, atacan un camión alemán que se dirige hacia Turín. En el enfrentamiento muere un alemán y otros siete son hechos prisioneros. Horas más tarde, una columna nazi-fascista arremete violentamente contra los partigiani, dejando un herido y tres muertos: Luciano Alloa, Arturo Bonino y Carlo Rivoira, quienes serán sepultados dos días después en Marene. En el cementerio de Savigliano, el monumento a los Caduti della Seconda Guerra perpetúa la memoria de Luciano Alloa.

Renato Alloa (1929 †1958) era un apasionado alpinista, miembro del Club Alpino Italiano – Sezione Savigliano. El 5 de junio de 1958 pierde la vida en un trágico accidente en la montaña. En 1965, el CAI de Savigliano construye el Bivacco Berardo en memoria de cinco personas que han muerto por amor a los Alpes: Carlo Berardo, Renzo Berardo, Renato Alloa, Aldo Botto y Attilio Audisio, cuyos nombres quedan inmortalizados en una lápida de mármol.

“Giovedì 5 giugno 1958. Carlo e Renzo Berardo di 31 e 29 anni con Renato Alloa di 29 anni precipitano dall'Uja di S. Lucia sopra Entracque, una tragedia immane, i fratelli Berardo dai tempi della salita alla Nord del Viso hanno compiuto grandi progressi, che considerate le loro disponibilità economiche e di tempo sono rilevantissimi. Le vie sul Viso di Vallanta, all'Auto Vallonasso, al Parias Coupà, alle Rocce di Viso e alle Meano sono ancora valida testimonianza della loro capacità di scelta e realizzazione, Renato Alloa era una figura di punta tra le migliori in azione sulle Cozie.”

(Trad.: Jueves 5 de junio de 1958. Carlo y Renzo Berardo, de 31 y 29 años de edad, acompañados por Renato Alloa, de 29 años de edad, caen desde la Uja di Santa Lucia, que domina la localidad de Entraque, lo que pronto se convierte en una tragedia. Los hermanos Berardo, desde los tiempos de la ascensión a la cara norte del Monte Viso, habían realizado grandes progresos que, dadas sus posibilidades económicas y su disponibilidad de tiempo, deben considerarse de suma relevancia. Los caminos por los que se sube al Monte Viso de Vallanta, al Auto Vallonasso, al Parias Coupà, a las Rocce di Viso y a los montes Meano siguen siendo un claro testimonio de su capacidad de elección y realización. Renato Alloa era una destacada figura entre los mejores escaladores de los Alpes Cocios.) (Mi traducción, H. A.)

La ciudad de Saluzzo fue erigida en marquesado en 1142 por Manfredo, hijo del marqués Bonifacio de Savona y padre de Manfredo II, de quien ya hemos hablado al referirnos al juramento de Giacomo Alloa (ca 1175) de Carmagnola. La independencia del marquesado cesó en 1548, cuando fue ocupado por los franceses. Hasta el Tratado de Lyon de 1601 el territorio de Saluzzo fu escenario de conflictos y contiendas entre Francia y el Ducado de Saboya, cuyos dominios integró finalmente bajo Carlos Manuel I.

Saluzzo se encuentra en la Provincia de Cuneo, a 32 km al N.-O. de Cuneo, en la zona delimitada al norte por el valle del Po, al sur por la Liguria, al oeste por los Alpes y al este por el río Bormida . Cuenta con una población de 16.153 habitantes.
Las frazioni de Saluzzo son: Via dei Romani y Cervignasca.

Los diez apellidos más frecuentes de Saluzzo son: Barbero, Rosso, Barra, Testa, Mellano, Audisio, Bianco, Rinaudo, Quaglio y Rolando. El primero de ellos es el de una de las personas emparentadas con los Alloa de Savigliano.

En Saluzzo vive Rosa Barbero, viuda de Andrea Alloa (1927 †1971), hijo de Giuseppe Alloa y Margherita Allasia, a quienes hemos mencionado al referirnos a los descendientes de Bartolomeo Alloa (ca 1846), de Savigliano.

Viven asimismo en Saluzzo: dos Alloa Casale, cuya ascendencia aún no he logrado identificar; Domenica Alloa, Rosanna Giuseppina Alloa, cuyos apellidos deberían orientarnos, en principio, hacia los Alloa de Savigliano; Carmela Alloa Fullone, supuestamente casada con un Alloa, puesto que en el uso italiano actual, en el nombre de una mujer casada, el apellido del esposo precede al apellido de soltera; y como si no bastara la complejidad del caso, ya visto, en que Alloa y Alloa Casale alternan en una misma descendencia, también existen en Saluzzo cuatro personas de apellido no Alloa Casale, sino Casale Alloa: Gianfranco, Giovanni, Maddalena y Maurizio.

LOS ALLOA QUE EMIGRARON A LA ARGENTINA

En la segunda mitad del siglo XIX, la Argentina era para los inmigrantes europeos una suerte de El Dorado. Sin embargo, a decir de la escritora santafesina Norma Battù, “la segunda mitad del siglo XIX configuró un tiempo difícil, con conflictos permanentes. Argentina se estaba constituyendo como Nación, y hay que tener presente que fue un período en el cual entraron en contacto mundos disímiles, que generalmente no estaban preparados para vivir en armonía... Convivían distintos grupos humanos: aborígenes, afros, criollos descendientes de españoles (muchos de ellos con sangre de los dos primeros grupos) y europeos. En cada grupo había distintos subgrupos. La sociedad santafesina, en las colonias agrícolas, presentaba un complejo entramado. Se habla de ‘los europeos’, pero es erróneo afirmar que constituían un grupo compacto.”

San Carlos fue la segunda colonia santafecina fundada por los señores Beck y Herzog, en 1859, con familias italianas provenientes en su mayoría del Piamonte y la Lombardía. La empresa colonizadora Beck & Herzog, con sede en Suiza, había firmado un convenio con el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, al cual había comprado las tierras con la condición de establecer en ellas doscientas familias. Poseía sucursales en Francia, Italia y Alemania. Sus agentes efectuaban propaganda, entusiasmando principalmente a los campesinos o a quienes tenían alguna profesión útil, como herreros, carpinteros, etc., para emigrar a la Argentina.

Según J. Perrone, los contratos estaban compuestos por una serie de artículos en virtud de los cuales se entregaba a cada familia “un terreno de veinte cuadras, el equivalente de unas treinta y tres hectáreas, los materiales necesarios para la construcción de un rancho, cuatro bueyes mansos, dos caballos, cuatro vacas lecheras con su cría y dos cerdos, los víveres necesarios hasta el valor de sesenta pesos... por persona adulta..., las semillas necesarias para sembrar el terreno...” Los colonos, a su vez, se obligaban, bajo apercibimiento de perder todos sus derechos a cultivar sus conseciones según lo acordado, a entregar a la administración, “en estado de exportación”, la tercera parte de su cosecha durante cinco años consecutivos a partir del 1 de junio siguiente a la llegada a la colonia, a entregar a los cinco años la mitad del aumento de las cuatro vacas y su cría, dos de los terneros recibidos al mismo tiempo, a dividir a su vez el producto de los cerdos, a someterse a las autoridades establecidas y observar escrupulosamente los reglamentos introducidos. Al cabo de los cinco años, la familia quedaba dueña absoluta de “su conseción de veinte cuadras, de todo aquello con que la haya dotado, de todos los animales, menos los que deberá entregar a la administración”.

Las concesiones se distribuían, además, de acuerdo al idioma de los inmigrantes y agrupando a católicos por una parte y a protestantes por la otra.

En la década de 1880 los italianos predominan en la Provincia de Santa Fe: representan un 70% del total de inmigrantes, seguidos por los suizos, españoles, franceses y alemanes.

Giovanni Vittorio (o Vincenzo) Alloa (1833), al que ya nos hemos referido antes, llega al puerto de Buenos Aires el 13 de noviembre de 1882, a bordo del barco Ville de Buenos Aires, procedente de Burdeos, Francia. Lo acompañan su esposa Maria Rosa Molineris y seis hijos de entre veintitrés y cuatro años de edad: Bartolomeo, Michele Antonio, Margherita, Domenico, Giuseppe y Giovanna. Siendo Burdeos el puerto de embarque de nuestros viajeros, cabe preguntarse si a la travesía del Atlántico no le precedió una permanencia en Francia. En efecto, los que abandonaban el Piamonte para dirigirse a América del Sur se embarcaban en el puerto más cercano: Génova. Pero muchos otros iban a buscar trabajo al sur de Francia, cruzando –a veces a pie– la frontera ítalo-francesa por alguno de los numerosos pasos alpinos. Algunos eran trabajadores estacionales que, después de desempeñarse como jornaleros, peones o recolectores durante algunos meses, regresaban a sus tierras de origen. Esto volvía a repetirse al año siguiente. Otros conseguían un trabajo estable y se radicaban en Francia. Y aquellos que no lograban realizar sus aspiraciones en este país volvían a probar suerte partiendo para los Estados Unidos de América o los países sudamericanos. En el primer caso, se embarcaban generalmente en Le Havre, y en el segundo, en Burdeos.

Entre fines de 1882 y 1911 llegan también al puerto de Buenos Aires: Caterina Alloa (27 años), el 24 de noviembre de 1882; Giovanni Alloa (41 años), el 14 de diciembre 1882; Giuseppe Alloa (24 años), el 26 de septiembre de 1906; Giuseppe Alloa (25 años), el 14 de noviembre de 1911; y Bartolomeo Alloa (24 años), el 14 de noviembre de 1911. La primera lo hace a bordo del Savoie, procedente del puerto de Génova. El segundo se ha embarcado en Burdeos, Francia, a bordo del Ville de San Nicolás. El tercero llega a bordo del Città di Milano, procedente de Génova. El cuarto y el quinto lo hacen a bordo del barco Amiral Ponty, que ha zarpado del puerto de Le Havre, Francia. Todos ellos me resultan aún desconocidos.

Arriban también, el 28 de octubre de 1908 y el 20 de diciembre de 1928 respectivamente, Pietro Alloa Casale (24 años), a bordo del Re Vittorio, y dos Francesco Alloa Casale, el primero de 63 años de edad y el segundo, de 17, ambos a bordo del barco Conte Rosso, procedente de Génova. También estas personas me resultan desconocidas.

Se encuentran igualmente registradas las llegadas de: Giuseppe Aloa (34 años), el 28 de octubre de 1898, a bordo del barco Ducchessa di Genova, procedente de Génova, y Michele Aloa (35 años), el 23 de noviembre de 1886, a bordo del Matteo Bruzzo, procedente del mismo puerto. Por el año de nacimiento del primero, deducible de los datos consignados, podría tratarse del ya citado Giuseppe Alloa (1864), hijo de Matteo Alloa y Francesca Angonoa, de Carmagnola. En el segundo caso, no se encuentran coincidencias con ninguno de los numerosos Alloa de nombre Michele.

Volvamos a Giovanni Vittorio (o Vincenzo) Alloa y su familia. Sus primeros pasos por las promisorias tierras pampeanas lo conducen a San Carlos, colonia que, al igual que Esperanza, estaba por entonces bajo la jurisdicción parroquial de Coronda.
Su permanencia en San Carlos no fue, al parecer, muy prolongada. Es probable, en todo caso, que en los primeros años, Giovanni Vincenzo explotara tierras dadas en concesión por la empresa colonizadora o arrendadas a algún propietario. Lo cierto es que seis años después, el 1º Censo de la Provincia de Santa Fe de 188762 nos lo presenta como residente, con toda su familia, en la zona rural de Colonia Belgrano. Esta localidad, fundada en 1882, se encuentra a poca distancia de San Martín de las Escobas, donde transcurriría nuestro pionero Giovanni Vittorio el resto de su vida hasta su muerte, acaecida en 1889.

LOS ALLOA DE CAÑADA ROSQUÍN

Con esta denominación nos referimos tradicionalmente a sólo dos de los hijos de Giovanni Vittorio Alloa y Maria Rosa Molineris: Bartolomeo y Michele Antonio, aunque en realidad todos los miembros de la familia se radicaron en Cañada Rosquín, incluso aquellos a quienes llamamos, como veremos más adelante, “los Alloa de San Martín de las Escobas”.

En relación con ambos hermanos, encontramos respectivamente: un “permiso para alambrar en la Colonia Echesortu”, otorgado en 1908 por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, y un “permiso para alambrar en la Colonia La Francia”, igualmente otorgado, el mismo año, por el Gobierno de Santa Fe.

Existe asimismo una mención a las tierras pertenecientes a Michele Antonio Alloa en la descripción catastral de campos vecinos a los suyos, como:

“Fracción propiedad de los Sres. José, Santiago y Juan B. Gieco Novaira. La propiedad comprende los lotes Nº 39 y 40 limitando al N: Antonio Alloa y José Bosco; E.: D. Alloa y Otto Stiefel y O. José S.Gieco, Miguel Peretti y Antonio Alloa; los lotes 39 y 40 están separados pòr un camino que lo recorren de E. a O.”

Cañada Rosquín se encuentra en el centro-oeste de la Provincia de Santa Fe. Tiene una población de 5.020 habitantes. Fue fundado el 21 de enero de 1891 con el nombre Armstrong, pero a partir de 1905 recibe la actual denominación Cañada Rosquín, ya que por entonces ya existía otra localidad santafesina homónima.

Al igual que las localidades vecinas, Cañada Rosquín fue lugar de asentamiento de numerosos inmigrantes piamonteses. A decir de Mónica Crosetti, se pueden citar apellidos que en absoluto resultarían desconocidos para los piamonteses nativos: Druetta, Crosetti, Brizio, Galetto, Gribaudo, Gieco, Cassina, Alloa, Badino, Manassero, Gregorio, Martinatto o Martinasso, Giorda, Bosco, y muchos más....

Para ver las descendencias de Bartolomeo Alloa (1859 †1923) y Michele Antonio Alloa (1860 †1932), véanse: Bartolomeo.4 Alloa y Michele Antonio.0 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

LOS ALLOA DE SAN MARTÍN DE LAS ESCOBAS

Cabe aclarar que las propiedades rurales de los Alloa a los que aquí llamamos de “San Martín de las Escobas” no se encuentran en el distrito comunal de esta localidad, sino en el de Cañada Rosquín, cuyo límite norte se sitúa a escasa distancia al sur de San Martín de las Escobas. Esta circunstancia ha determinado que los vecinos de esta zona rural se consideren más “sanmartinenses” que “cañadenses”, aunque los nacimientos y las defunciones se registren, por cierto, en el municipio de Cañada Rosquín. Existen asimismo dos razones históricas, tal vez más importantes y que han marcado a los pobladores desde los comienzos de la inmigración: la Parroquia de San Martín de Tours es más antigua que la de Santo Tomás de Aquino (Cañada Rosquín), y San Martín de las Escobas fue históricamente la primera cabecera departamental y contó, entre sus instituciones, con la primera jefatura policial.
En efecto, se encuentran con frecuencia en los libros parroquiales de San Martín de las Escobas antiguos registros de bautismo de niños nacidos, en los primeros años de la colonia, no sólo en San Martín de las Escobas, sino también en Cañada Rosquín, en Colonia Belgrano e incluso en Sastre. Por otra parte, cuando los hijos de los primeros inmigrantes que vivían en el campo, en la zona próxima al límite intercomunal, deciden ir a vivir al pueblo, al momento de elegir entre una localidad u otra, optan por San Martín de las Escobas. Otro hecho importante, sobre todo a fines del siglo XIX y en las primeras décadas del XX, que corrobora este sentimiento de “pertenencia” a San Martín de las Escobas, es que las familias que habitaban esta amplia franja de campos situada en el extremo norte del territorio municipal de Cañada Rosquín sepultaban a sus muertos en el cementerio de San Martín de las Escobas.

San Martín de las Escobas se encuentra en el km 152 de la Ruta 34. Limita al norte, con San Vicente; al sur, con Cañada Rosquín; al este, con el Departamento Belgrano y Santa Clara de Buena Vista, y al oeste, con Sastre y San Jorge.

Fue fundada en 1874, con la llegada de los primeros colonos: inmigrantes italianos en su mayoría y algunos otros de origen suizo y español. Es cabecera del distrito comunal homónimo, que tiene una superficie de 29.100 ha. En 2004, su población –incluyendo la zona rural– era de 2.506 habitantes. Cuenta con establecimientos educativos y de salud, instituciones deportivas, culturales y de servicios, como asimismo industrias dedicadas a la actividad láctea y agropecuaria.

Entre los apellidos de origen piamontés de San Martín de las Escobas encontramos: Alanda, Alberto, Alloa, Alloa Casale, Banchio, Berrino, Buero, Delprato, Grosso, Osella, Ribetti, Vaschetto, y muchos más... Todos ellos, excepto el último, pertenecen a personas emparentadas con los Alloa y sus descendientes.

Con respecto a Maria de Alloa (Maria Rosa Molineris de Alloa) y su hijo Domenico Alloa, encontramos respectivamente: un “permiso para alambrar en el Departamento San Martín”, otorgado en 1908 por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, y un “permiso para alambrar en la Colonia La Francia”, otorgado el mismo año por dicho gobierno.

Por otra parte, se hace mención a la propiedad de Domenico Alloa en la descripción catastral, presentada más arriba, de campos vecinos a los suyos, como:
“Fracción propiedad de los Sres. José, Santiago y Juan B. Gieco Novaira. La propiedad comprende los lotes Nº 39 y 40 limitando al N: Antonio Alloa y José Bosco; E.: D. Alloa y Otto Stiefel y O. José S. Gieco, Miguel Peretti y Antonio Alloa; los lotes 39 y 40 están separados por un camino que lo recorren de E. a O.”

Por otra parte, se hace mención a la propiedad de Domenico Alloa en la descripción catastral, presentada más arriba, de campos vecinos a los suyos, como:

“Fracción propiedad de los Sres. José, Santiago y Juan B. Gieco Novaira. La propiedad comprende los lotes Nº 39 y 40 limitando al N: Antonio Alloa y José Bosco; E.: D. Alloa y Otto Stiefel y O. José S. Gieco, Miguel Peretti y Antonio Alloa; los lotes 39 y 40 están separados por un camino que lo recorren de E. a O.”

Tres son los Alloa a quienes llamamos aquí “los Alloa de San Martín de las Escobas”: Maria Margherita (Margarita) (1865 †1923), Domenico Alloa (1868 †1941), y Giovanna (Juana) (1878 †1941), esposa de Giacomo Picco.

Para las descendencias de los mencionados Maria Margherita Alloa y Domenico Alloa, véanse: Maria Margherita.0 Alloa y Domenico.0 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Victorio Alloa (1897 †1973), hijo mayor de Domenico (Domingo) Alloa y Margarita Odetti, tiene veintidos años cuando nace su hermano menor Ricardo (1919 †1982), de quien es padrino de bautismo. Conjuntamente con sus hermanos Atilio (1911 †1991) y Ricardo (1919 †1982), Victorio posee y explota tierras adquiridas por su padre Domenico a los Jesuitas, en las inmediaciones de Santo Tomé. En esta ciudad vive Victorio con su esposa Antonia Peretti (1894 †1984) y su hija Delia (1930 †2004). Entre 1925 y 1930, Victorio es tutor de su hermano Ricardo, quien, como veremos más adelante, se encuentra como pupilo en el Colegio La Salle Jobson de Santa Fe. Delia Alloa se casa en 1957 con Antolín Kovacevich, con quien tiene dos hijos: María Antonia y Miguel. La primera, casada con José María Lorenzatti, tiene tres hijos: María Paula, José Ignacio y Francesco. María Antonia se desempeña como dentista en Pinerolo y vive en Barge, Italia. Su hermano Miguel, casado con María Inés García, tiene un hijo: Francisco Kovacevich. Miguel y su familia viven en Santo Tomé.

Juan Bautista Alloa, segundo hijo varón de Domenico Alloa y Margarita Odetti, es educado en el Colegio San José, de los Hermanos del Verbo Divino, de Colonia Esperanza. Desde muy joven se dedica, al igual que su padre y sus hermanos, a la agricultura. Vive en el campo, en las inmediaciones de Cañada Rosquín, con su esposa Teresa Boccardo y sus hijos Ilmar y Ever. Ilmar no deja descendencia. Ever Alloa estudia en la Escuela Normal de Paraná, de donde egresa con el título de maestra. Se casa con Miguel Coccolo, con quien tiene tres hijos: Edwin, Shirley y Henry. Ever muere a tan sólo cuarenta y cuatro años de edad. Sus descendientes viven en Cañada Rosquín.

Domingo Alloa, tercer varón de la familia, se desempeña en las mismas actividades que su padre y sus hermanos, pero pronto se radicará con su esposa Felisa Alarcón en Rosario, rompiendo con la tradición agrícola de los Alloa. Domingo y Felisa no tienen descendencia.

María Cecilia Alloa, la primera hija mujer, se casa con José Alberto. Éste muere en 1940, dejando a María sola y a cargo de cuatro hijos adolescentes: Cilo, Gloris y Lelio. Los descendientes de Cilo: (Omar, Horacio y los cuatro hijos del difunto Norberto) viven en San Martín de las Escobas, como también José Luis Lottersberger, hijo de Gloris. Los descendientes de Lelio Alberto, Julio César y Susana, viven en San Vicente. En 1974, como ya hemos dicho, María Cecilia viaja a Italia con su hermano Ricardo y su cuñada Anita. A diferencia de éstos, María, si bien es la mayor de los tres viajeros, ya no habla piamontés y recurre a los buenos oficios interpretativos de su hermano y su cuñada.

Juana Margarita Alloa, la segunda mujer de la familia, rompe con la tradición religiosa de los Alloa casándose con Emilio Finsterwald, de confesión protestante. Con él tiene dos hijos: Elder alias Pocho y Alba o Albita, como la llamábamos quienes tanto la quisimos. Amelia García, viuda de Elder Finsterwald, y sus hijos Marcelo y Eduardo viven en San Martín de las Escobas. Liliana, la hija mayor de Elder y Amelia, se casó con Miguel Angel Grasso, con quien tuvo tres hijos: Jordán, María Constanza y María Belén Grasso Finsterwald. Albita estaba casada con Emilio Jalit, con quien tuvo dos hijos: Sonia y Yamil. Sonia ha muerto en marzo de 2007 en un accidente automovilístico. Sus hijas son Jazmín y Rocío Arias. Yamil es industrial. Está casado con Marcela Ricca y tiene dos hijos: Alejandro y Azul.

Margarita Alloa, tercera hija de Domenico y Margarita, contrae el tifus y muere poco antes de la fecha fijada con su novio para la boda, a tan sólo veintitrés años de edad.

Magdalena Alloa, cuarta mujer de la familia, vive su infancia y su adolescencia en San Martín de las Escobas. Se casa con su primo hermano Ricardo Marzolini, cuya madre, Magdalena Odetti, era hermana de Margarita Odetti, madre de Magdalena Alloa. Magdalena y Ricardo tienen tres hijos: Olga, Ricardo y Beatriz. La primera, casada con Carlos Mac Auliffe, trae al mundo tres hijos: Marcelo, Daniela y Pablo. Daniela Mac Auliffe, traductora de Lengua Francesa, es quien ha tenido a su cargo la edición de este trabajo. Ricardo, casado con Nelly Fernández, tuvo dos hijos: Adrián y Alejandra. Beatriz, la hija menor de Magdalena y viuda de Tomás Felkai, tiene tres hijos: Ana Gabriela, Laura y Esteban. La primera de ellos se ha casado el 17 de julio de 2007 en Los Angeles, Estados Unidos, donde vive desde hace varios años.

Atilio Alloa, cuarto hijo varón de Domenico Alloa y Margarita Odetti, nace en 1911. Sus primeros años transcurren en el campo, en la casa paterna, y pronto es enviado al ya mencionado Colegio San José de Colonia Esperanza. De su casamiento con Dominga Delprato (1915 †1978) nace, después de dos niños fallecidos a poco de venir al mundo, Roberto Alloa. En 1974, Atilio y Dominga viajan a Italia, donde visitan Vigone y conocen a sus primos Alloa. Después de la muerte de su esposa Dominga, Atilio se casa en segundas nupcias con Angelita Palmucci y con ella viaja por segunda vez a Italia. Roberto, el hijo de Atilio y Dominga, casado con Gloria Aleu, vive en San Martín de las Escobas. Ha heredado de su padre la casa de sus abuelos Domenico (Domingo) y Margarita, y se dedica con pasión a la agricultura, poniendo en práctica la antigua sabiduría de los cultivadores Alloa, a la que ha integrado, por cierto, las técnicas más avanzadas de explotación de la tierra. Sus hijos Betina y Guillermo Alloa viven en San Martín de las Escobas. Guillermo, casado con Florencia Grillo, tiene dos hijos: Bautista y Pedro, el más reciente vástago del árbol de los Alloa. Dos cosas deseo recalcar acerca de estos últimos Alloa: Guillermo, en total correspondencia con las actividades de sus antepasados, es ingeniero agrónomo; y con sus hijos se renueva la tradición de los antiguos nombres de pila de la familia Alloa: Bautista (it.: Battista) y Pedro (it.: Pietro).

Angela Alloa, quinta hija de Domenico y Margarita, muere en 1923, a los nueve años de edad.

Ricardo Alloa es el último de los diez hijos de Domenico y Margarita. Es bautizado el 10 de agosto de 1919 en la Iglesia San Martín de Tours de San Martín de las Escobas y son sus padrinos su hermano mayor Victorio y María Cecilia (1903 1984), la mayor de sus hermanas. Los primeros años de su infancia transcurren en el campo, y tras un corto período en que concurre a la escuela de su pueblo, es colocado, como ya hemos visto, en el pensionado del Colegio La Salle Jobson de Santa Fe, bajo la tutela de su hermano Victorio, por entonces ya casado y afincado en Santo Tomé. Ricardo no guardaba buenos recuerdos de aquellos años de pensionado, durante los cuales había adquirido una imagen bastante negativa de los religiosos, a excepción de uno de ellos, que le enseñaba canciones francesas y a quien recordaba con afecto. Al encierro de la vida de colegio se sumaba por cierto el estar lejos de sus padres, de sus hermanos, de su casa. Varias son las tentativas de fuga pero tan pronto llega a Santo Tomé, a casa de su hermano, indefectiblemente éste lo lleva nuevamente al pensionado. Hasta que un día, regresa al colegio y calculando el tiempo que Victorio empleará para hacer unas diligencias en la ciudad, toma un tranvía que lo lleva hasta la salida de la ciudad y allí espera a que pase su hermano y se detenga en el control policial... Nunca más regresará al colegio La Salle Jobson. Ricardo tiene entonces entre once y doce años... Vendrán luego los primeros años de amorosa dedicación a la tierra, de libertad, de viajes, a los que les siguen tantos otros como tuvo su vida, pues todo eso fue siempre Ricardo: un amante de la tierra, un ser libre, un eterno viajero. Le apasionan además los automóviles, que pronto aprende a conducir... A los veintiún años, Ricardo se casa con Anita Alanda (1921 †1984), y después de vivir unos años en el campo, en la casa paterna que ambos comparten con Atilio y Dominga, Ricardo, Anita, sus hijos Nelly (1942) y Hugo (1947), autor de estas páginas, se mudan en 1948 a Cañada Rosquín, donde Nelly comienza a concurrir a la escuela. Allí viven hasta comienzos de 1954. Desde varios años antes, Ricardo está asociado con sus hermanos Victorio y Atilio, con los que comparte la explotación del campo de Santo Tomé. Alrededor de 1946 se disuelve la sociedad existente entre los tres hermanos y cada uno de ellos trabajará exclusivamente sus tierras, Victorio en Santo Tomé; Atilio, en San Martín de las Escobas; y Ricardo, en Alicia, Provincia de Córdoba. A partir de 1946, la vida de Ricardo transcurre entre Cañada Rosquín y las nuevas tierras compradas en Alicia. En 1954 Ricardo y su familia se radican en San Francisco (Provincia de Córdoba), principalmente porque allí Nelly podrá cursar estudios secundarios, por entonces inexistentes en Cañada Rosquín. En 1961 Nelly egresa con el título de maestra de la Escuela Normal “Nicolás Avellaneda”. En 1963, mientras ejerce la docencia primaria, se casa con René Marcuzzi, con quien tiene dos hijas: Andrea y Gabriela. Después de la muerte de su padre, Nelly, secundada por René, se hace cargo de la explotación agrícola ganadera familiar. Actualmente, ambos viven en San Francisco. Andrea, la hija mayor de Nelly y René, se gradúa en arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba y vive, con su esposo Lito Ferrería y sus hijos Juan Manuel y Ana Paula, en Puerto Madryn. Gabriela, la segunda hija de Nelly, es profesora y traductora de inglés, egresada de la Universidad Nacional de Córdoba, y vive en Buenos Aires desde 1992. Yo, Hugo, segundo hijo de Ricardo Alloa y Anita Alanda, concurro a la escuela primaria y al colegio secundario en San Francisco. En 1966, después de cursar un año de ciencias económicas y a mi regreso de mi primer viaje a Europa, comienzo a estudiar francés e italiano en la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba, de donde egreso con el título de profesor y traductor en septiembre de 1973. Ese mismo año viajo nuevamente a Francia para realizar una maestría en lingüísica en la Universidad de Besançon. En 1974, mientras redacto la memoria de maestría y trabajo como profesor de francés en cursos para inmigrantes, organizados por el Ministère de l’Éducation Nationale, recibo la visita de mis padres y mi tía María. Con ellos viajo al Piamonte... Ricardo y María son los primeros nietos de Giovanni Vittorio (o Vincenzo) Alloa que llegan, después de casi un siglo, a Vigone, pueblo natal de sus antepasados. A la emoción del encuentro entre parientes que sólo se conocen por cartas se suma la sorpresa de los primos de Vigone al oír a Ricardo y Anita hablar en piamontés...

Para ver la descendencia de Giovanna Alloa (1878 †1941), véase Giovanna.1 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Antes de cerrar el tema de los Alloa de San Martín de las Escobas, relataré una anécdota de mi padre. En cierta ocasión, Ricardo había viajado a Buenos Aires para vender ganado en el mercado de Liniers. Era costumbre que, después del remate, llamaran por sus nombres a los vendedores para entregarles sus boletas de venta. Al oir su nombre por el altavoz, mi padre se acercó a retirar su comprobante y ¿cuál no fue su sorpresa al ver que alguien más respondía al mismo llamado? Ambos, echando a reír, se preguntaron el uno al otro el por qué de aquella coincidencia. Así el Ricardo Alloa santafesino pudo saber que el otro Ricardo Alloa vendía ganado lanar y procedía de San Martín de los Andes, Neuquén. Unos años más tarde, en un viaje por la Patagonia, en compañía de mi madre y mía, mi padre buscó a su “doble” neuquino, hasta que un vecino de San Martín de los Andes le contó que Ricardo Alloa había muerto y que sus familiares se habían mudado a Chile. Muchos años más tarde, ya seriamente afectado por el virus de la genealogía, removiendo cielo y tierra (chilenos), intenté dar con los descendientes de aquel otro Ricardo Alloa, pero por más que busqué, nunca lo encontré. Si Ricardo Alloa, el neuquino, tuvo descendientes, debieron de ser mujeres pues el apellido no existe en Chile... ¿Sería este otro Ricardo Alloa hijo o nieto del Michele Alloa (1827) de Carmagnola que partió en 1882 para América? o ¿sería quizá algún descendiente de uno de los Alloa, aún no identificados, que registra la Fundación Agnelli? O bien ¿sería su apellido Aloa, como el de las dos personas consignadas en los registros de dicha fundación, y entonces se trataría de alguno de sus descendientes?

LOS ALLOA DE SANTA CLARA DE BUENA VISTA

Giuseppe (José) Alloa (1871 †1924), el menor de los hijos varones de Giovanni Vincenzo Alloa y Maria Rosa Molineris, se casa con Margarita Barbero (ca 1873 †1944), hija de Martino Barbero y Margheria Cusebi. José y Margarita se afincan en Santa Clara de Buena Vista. Algunos de sus descendientes viven actualmente en San Martín de las Escobas (Liliana Alloa de Ribetti), Gálvez (Daniel, Hugo, Raúl, Susana, Rubén, David y Néstor Citzia), Carlos Pellegrini (Marlene y Graciela Botta) y Jesús María, Córdoba (Luis María y Julio César Meinero).

Para ver la descendencia de Giuseppe Alloa (1871 †1924), véase Giuseppe.3 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Para cerrar el capítulo de los Alloa que emigraron a la Argentina, recordemos que el total de descendientes de Giovanni Vittorio Alloa, dispersos en las Provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Chubut y Salta, se eleva a cuatrocientos cincuenta y cuatro. De ellos, sin embargo, tan sólo cuarenta y tres llevan aún hoy el apellido Alloa.

LOS ALLOA CASALE DE LA ARGENTINA

Tres de los miembros de la gran familia Alloa Casale de Cavallermaggiore y Madonna del Pilone emigran a la Argentina: Francesco, hijo de Carlo; Stefano (1869 †1989), hijo de Battista y Maria Carignano; y Giacomo (1895 †1962), hijo de Stefano y Teresa Peretti. El primero de ellos se establece en Camilo Aldao, Provincia de Córdoba, y los otros dos, en San Martín de las Escobas, Provincia de Santa Fe. A diferencia de Francesco y Stefano, Giacomo no tuvo descendencia.

En 1947 también llega Matteo Fissore, nacido en Bra en 1928, hijo de Teresa Alloa Casale (hermana de Stefano [1869]). Matteo se afinca en San Martín de las Escobas, donde vive su tío Stefano. Unos años más tarde se casará con Iris Picco (1937 †2006), nieta de Giovanna (Juana) Alloa (1878 †1941). Con el matrimonio de Iris y Matteo queda nuevamente sellada la secular alianza de los Alloa y Alloa Casale.

a/ LOS ALLOA CASALE DE CAMILO ALDAO Y MARCOS JUÁREZ

Desearía recalcar que entre los Alloa y los Alloa Casale, además del parentesco que nos une a mi hermana y a mí a la rama de San Martín de las Escobas, a raíz del matrimonio de Stefano Alloa Casale y Francisca Alanda (§ Los Alloa Casale de San Martín de las Escobas), existió también, a través de nuestro padre Ricardo Alloa y la rama de los Alloa Casale de Camilo Aldao, una relación de amistad y laboral. Efectivamente, en la década de 1960, en épocas de sequía y falta de pastos, Ricardo llevó ganado, en al menos dos ocasiones, a campos de la zona de Camilo Aldao, pertenecientes a Francesco Alloa Casale. Durante muchos años, para el autor de estas líneas los Alloa Casale de Camilo Aldao y Marcos Juárez sólo formaron parte de un recuerdo: lo que Ricardo contaba al regresar de los frecuentes viajes que implicaba aquella transhumancia de animales. Sin embargo, en 2003, tuve la dicha de conocer personalmente a Francisco Alloa Casale (hijo de Francesco) y a su esposa Ana Baldessone. Ambos, de edad avanzada, me recibieron en su casa, en Alta Córdoba. Ana aún recordaba los asados con que su suegro agasajaba a mi padre cuando éste iba a controlar el ganado. Francisco, por su parte, me mostró orgullosamente, y no sin cierta nostalgia, el violín que tocaba en sus años mozos. En mayo de 2004, conocí también a sus hijos Miguel Angel y Juan Carlos, y las familias de éstos, pero en tristes circunstancias: Francisco acaba de morir.

Para ver la descendencia de Francesco Alloa Casale (n. 1875), véase Francesco.1 Alloa Casale en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

b/ LOS ALLOA CASALE DE SAN MARTÍN DE LAS ESCOBAS

Stefano Alloa Casale (1899 †1989) se casa, alrededor de 1933, con Francisca Alanda (1899 †1973), con quien tiene cinco hijos: Teresita, Celestino, Norberto, Angel y Raúl.

Stefano, al igual que sus primos italianos de Madonna del Pilone y Prinotti, era aficionado al canto. Su voz de barítono acompañaba indefectiblemente las misas de los domingos y las ceremonias fúnebres en la Iglesia San Martín de Tours.

Giacomo Alloa Casale (1895 † 1962), al llegar a la Argentina, se radica en San Martín de las Escobas, donde lo acoge en su casa su primo Stefano. Allí vivirá hasta el fin de su vida. Giacomo o Yaculín (piam.: Giacolin), como lo llamábamos todos, no sólo oficiaba de herrero, sino que ayudaba a su primo y a sus sobrinos en todas las tareas del campo... y además tenía predilección por los niños. Todos lo queríamos entrañablemente.

Para ver la descendencia de Stefano Alloa Casale (1899 †1989), véase Stefano.0 Alloa Casale en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

LOS ALLOA DE LOS ESTADOS UNIDOS

Como ya hemos dicho al comienzo de ese trabajo, no todos los miembros de las familias Alloa y Alloa Casale que decidieron emigrar eligieron la Argentina. Tres de ellos, Francesco Alloa, su mujer Maria Garigliet-Brachet y la hija de ambos, Maddalena Anna Alloa, optaron por los Estados Unidos de América. Debemos aclarar, sin embargo, que las mencionadas personas, si bien constituían una misma familia, no abandonaron Italia simultáneamente.

Francesco Alloa (1881), hijo de Pietro Alloa y Anna Maria Maddalena Negro, había nacido en Vigone el 31 de julio de 1881 y se había casado el 22 de enero de 1907 con Maria Garigliet-Brachet, oriunda de Corio. Alrededor de un año después de casarse, Francesco emigra primero a Francia y luego a los Estados Unidos de América, adonde llega el 1 de abril de 1911, procedente del puerto de Le Havre7. Por el contrario, su mujer y su hijita Maddalena Anna, nacida el 17 de julio de 1810 en Pinerolo, quedan en Italia.

El 19 de febrero de 1925, Francesco Alloa presenta ante las autoridades del estado de California una solicitud de naturalización, en la que declara estar dispuesto a renunciar a su condición de súbdito del rey de Italia, y el 1 de junio de 1930, tal pedido le es denegado. Desafortunadamente, no podemos saber cuánto duró la permanencia de Francesco en los Estados Unidos, si regresó a Italia o no, ni dónde murió.

Lo cierto es que el 21 de abril de 1931, Maria Garigliet-Brachet y su hija Maddalena Alloa llegaron al puerto de Nueva York, procedentes de Génova. Tampoco no es dado saber si Maria Garigliet-Brachet se reunió con su esposo –suponiendo que éste todavía estuviera en los Estados Unidos–, ni cuánto tiempo permaneció en dicho país.

En el año 1932, Maddalena Anna Alloa se casa con Antonio Smiderle, inmigrante italiano que había llegado a Nueva York en 1907, a los dos años de edad. Antonio, hijo de Giovanni Smiderle (1872 †1932) y Maria Maddalena Casolin (1881 †1954), nació el 28 de marzo de 1905 en Schio, Vicenza, y falleció el 27 de marzo de 1988 en Ontario, California.

Para ver la descendencia de Maddalena Anna Alloa (1910 †1997), véase Maddalena Anna.6 Alloa en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Finalmente, debemos referirnos a otra persona de apellido Alloa que emigra muchos años más tarde a los Estados Unidos de América. Se trata de Anna Maria Alloa, quien desembarca en New York el 21 de noviembre de 1950. Anna Maria nació el 28 de enero de 1887 en Verzuolo (Cuneo) y falleció 10 de octubre de 1968 en Ontario, San Bernardo, California. Eran sus padres Giuseppe Alloa (1861) y Maria Levet.

Para ver los antepasados de Anna Maria Alloa (1887 †1869), véase Anna Maria.2 Alloa en http://gw1.geneanet.org/hugoalloa_w?lang=es;pz=hugo;nz=alloa;ocz=0;p=anna+maria;n=alloa;oc=2

2 - LOS ALLANDA / ALANDA PIAMONTESES Y ARGENTINOS

Los Allanda piamonteses, como también los Alanda argentinos, descienden, por línea paterna, de una antigua familia de Cavallermaggiore; por línea materno-paterna, de las familias Carignano, de la misma ciudad, y por línea materno-materna, de las familias Pignata de Savigliano y Giacca de Cavallermaggiore.

Cavallermaggiore

La ciudad de Cavallermaggiore se encuentra en la Provincia de Cuneo, a 40 km al N.-E. de la capital provincial. Cuenta con una población de 5.064 habitantes. El topónimo de Cavallermaggiore podría derivarse de la existencia, en el lugar, de criaderos de caballos de tiro. En efecto, los romanos llamaban equus al caballo elegante, de carroza, y caballus al de tiro, para carros. Así pues, se denominaba con el término caballarium el lugar donde se criaban caballos.

Los antecedentes históricos de la ciudad de Cavallermaggiore se remontan a la época romana, en el siglo II a. C., y se ven confirmados por el hallazgo, en 1928, de una tumba romana en la zona de Trebbietta (siglo I a. C.).

En las postrimerías del siglo X el territorio de Cavallermaggiore es asignado por los marqueses de Turín a las abadías de Novalesa y Caramagna. En un documento fechado en 1028 reza Cavallarium Witberti, nombre de la familia dominante, el fundador de cuyo linaje se llamaba Witberto y era un antepasado del Marqués de Susa: Arduino (955 - 1015). En una bula del papa Lucio III (1185) se consigna el nombre Cavallarius Maius y ya en 1191 se lo diferencia de Cavallerleone, nombre de otra pequeña ciudad vecina. Efectivamente, en otra bula papal, de Celestino III, se registran por separado Cavallario Maiore y Cavallario Leone.

En la Edad Media, Cavallermaggiore es un territorio del que desean apoderarse muchos señores. En el siglo XII pasa a manos de Bonifacio del Vasto y a los Marqueses de Busca; posteriormente, a los Señores de Rossana y, finalmente, al Marquesado de Saluzzo. En 1314 se adueñan de él los Acaya. En el siglo XIV se redacta el Estatuto de la ciudad, del que aún en la actualidad se conserva una copia de pergamino, fechada en 1392. A partir del siglo XV y más exactamente en 1418, Cavallermaggiore pasa a formar parte de los dominios de los Saboya y su historia se vinculará en lo sucesivo a las vicisitudes de dicha dinastía.

En época más reciente, en 1863, el Rey Víctor Manuel II confirió a Cavallermaggiore el título de ciudad.

Durante la 2a guerra mundial, la ciudad fue castigada por numerosos bombardeos.
El municipio de Cavallermaggiore tiene nueve frazioni: Asalotti, Bertoloni, Cascine Olmetto, Cascine Trebietta, Foresto, Madonna del Pilone, Mana, Motta Gastaldi y Prinotti.

Los más destacados monumentos arquitectónicos de Cavallermaggiore son: la antiquísima Iglesia de San Pietro, situada fuera de los muros de la ciudad; la Iglesia Santi Michele e Pietro, de estilo románico; el Santuario de la Madonna delle Grazie, de estilo gótico; la Iglesia Santa Maria della Pieve, donde, durante siglos, recibieron los Allanda los santos sacramentos; la Confraternita dei Battuti Bianchi, obra maestra de Francesco Gallo y los hermanos Pozzi; la Torre Civica, del siglo XVI; y el Palazzo Garneri, sede del actual municipio, construido en el siglo XVI.

Los diez apellidos más frecuentes de Cavallermaggiore son: Racca, Rosso, Fissore, Gonella, Chiavassa, Cigna, Fumero, Tavella, Longo y Mana. Cuatro de estos apellidos, Racca, Fissore, Tavella y Longo, pertenecen a familias emparentadas con los Allanda de Cavallermaggiore.

LOS ALLANDA DE CAVALLERMAGGIORE

Los documentos más antiguos referentes a los Allanda, encontrados hasta hoy, nos permiten remontarnos, en la historia de Cavallermaggiore, hasta fines del siglo XVII. Efectivamente, en la primera mitad del siglo XVIII y comienzos de la segunda, ocho actas de bautismo dan cuenta de la existencia, en tal período y lugar, de personas pertenecientes a al menos dos ramas de una única familia Allanda, la de Bartolomeo Allanda (n. 1680 ca), hijo de Pietro Allanda.

Dichas personas se llaman: Pietro Allanda y Francesco Allanda, ambos hijos del citado Bartolomeo Allanda. La descendencia del primero de ellos es, de lejos, la más prolífica y extensa. Sus exponentes llegan hasta el siglo XXI. De ella proceden los Alanda argentinos. En el actual estado de estas investigaciones no es dado saber si el otro linaje se ha extinguido o si, por el contrario, ha sobrevivido hasta nuestros días a través de mujeres, cuyos descendientes, sean éstos hijos, nietos, bisnietos, tataranietos o choznos, llevarán apellidos diferentes, transmitidos por vía paterna.

Pero veamos antes la descendencia de Giuseppe Carignano y Lucia Monasterolo, ya que dos de sus nietas, Catterina y Francesca Carignano, contraen matrimonio, en 1876 y 1881 respectivamente, con Bartolomeo Luigi Allanda.

Para ver la descendencia de Giuseppe Carignano, véase Giuseppe.0 Carignano en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de Giorgio Pignata, véase Giorgio.0 Pignata en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de Giovanni Morello, véase Giovanni.0 Morello en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de Pietro Allanda (n. 1705), véase Pietro.4 Allanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de Francesco Allanda (n. 1715), véase Francesco.7 Allanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

LOS ALANDA DE COLONIA MARGARITA

En 1882 y 1883 llegan a la Argentina, procedentes de Cavallermaggiore, Italia, dos primos hermanos: Francesco Allanda (1856, hijo de Giacomo y Margarita Abrate) y Bartolomeo Luigi Allanda (1850 †1929, hijo de Giovanni y Margherita Morello). Ambos se dirigirán a la colonia de inmigrantes de San Carlos, Provincia de Santa Fe, donde sólo el segundo de ellos se radicará por algún tiempo. El primero, Francesco Allanda, pronto se trasladará a San Agustín, donde en 1887 nace su hijo Santiago.

Bartolomeo Luigi Allanda nace en Cavallermaggiore el 1 de julio de 1850. En 1876 se casa con Catterina Carignano (1852 †1880, hija de Giuseppe y Maria Teresa Pignata), con quien tiene a sus dos primeras hijas: Margherita (1876 †1934) y Teresa (1881 †1959). A poco de nacer esta última, Catterina fallece, dejando a Bartolomeo con ambas niñas de muy corta edad. El 29 de mayo de 1881, Bartolomeo Luigi Allanda se casa en segundas nupcias con Francesca Carignano (1857 †1934), hermana de su difunta esposa. En 1882 nace Giovanni Alanda, hijo del segundo matrimonio de Bartolomeo Luigi.

En 1883, Bartolomeo Luigi Allanda, su esposa Francesca y su hijo Giovanni (Juan) abandonan Cavallermaggiore y emigran a la Argentina. Según los recuerdos de Fermín Alanda (1928 †2006), su abuelo Bartolomeo Luigi Allanda trabaja, en los primeros años de su permanencia en San Carlos, como empleado de un molino harinero. Entre 1883 y 1887 nacen en dicha colonia sus tres hijas: Josefa (1884 †1933), Catalina (1885 †1913 ca) y Antonia (1887 †1957). Entre 1887 y 1888, con los ahorros que ha logrado realizar, Bartolomeo Luigi compra un campo en Colonia Margarita, donde se radica definitivamente. Allí nacen los siguientes once hijos: José (1888 †1917), María (1890 †1974), Melchor (n. †1891), Marcos (1891 †1963), Bautista 1 (n. †1892), Bautista 2 (1893 †1969), Jorge (1895 †1957), Bartolomé (1897 †1980), Luis (1898 †1973) y Francisca (1899 †1973).

Margherita y Teresa Alanda, hijas de Bartolomeo Luigi y su primera mujer Catterina Carignano, se casan respectivamente con los hermanos Giuseppe y Domenico Panero, hijos de Martino y Teresa Meinardi. Giuseppe y Domenico, nacidos en Savigliano (Cuneo), se encuentran radicados en San Jorge, Provincia de Santa Fe, donde viven actualmente los descendientes del segundo de ellos. Por el contrario, Giuseppe y su esposa Margherita se afincan en Leones, Provincia de Córdoba, donde nacerán todos sus hijos.

Para ver la descendencia de Margherita Alanda de Panero (1876 †1934), véase Margherita.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Antes de proseguir, desearía decir que en 2002 tuve la dicha de conocer –aunque, como ya veremos, no fue exactamente así– a las primas Panero de Leones de quienes tanto hablaban mi abuelo Bartolomé y mi madre Anita, y a las que, siendo yo niño, habíamos ido a visitar... Si el recuerdo había permanecido vivo en mí, confieso que el hecho se debía a que al lado de la casa de los parientes a quienes mis padres estaban visitanto aquel día, en un terrerno baldío, había un circo que inmediatamente atrajo mi atención y la de los otros niños, hijos de los parientes de Leones. Sea como fuera, en el año 2002 busqué los números de teléfono de todos los Panero residentes en Leones, pero no fueron necesarios muchos llamados: la primera persona con quien hablé, “Chicha” Panero, reconociendo algún parentesco con los Alanda de San Martín de las Escobas, me orientó hacia “Ñata” Panero de Reiteri, la que a decir de la primera, era la “memoria viva” de la familia... Delia alias Ñata supo de inmediato quién era yo, el hijo de Anita, y me invitó a su casa en Leones. Con Elide Franco de Guerci, otra prima por parte de mi madre, y Derna alias Pochola, viajé entonces a Leones, donde fuimos literalmente agasajados por la dueña de casa, sus hermanas “Chiche” y Adelina, y la viuda de su hermano Leonardo: Catalina Audagna. De pronto comenzaron a fluir los recuerdos, como el de cuando Ñata iba de vacaciones a San Martín de las Escobas y con Anita, mi madre, iban al baile. Ambas tenían entonces unos dicisiete años...

Para ver la descendencia de Teresa Alanda de Panero (1881 †1959), véase Teresa.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Todos los descendientes varones de Bartolomeo Luigi Allanda, incluso el hijo mayor de su segundo matrimonio, Giovanni (Juan) Alanda, nacido en Italia, se afincan en Colonia Margarita y zona aledaña. Curiosamente, Hilario Alanda, sexto hijo de Giovanni (Juan), es el único de los nietos de Bartolomeo Luigi que, después de vivir en Colonia Margarita, se radica definitivamente en San Carlos Centro, lugar donde había vivido su abuelo en los primeros años. Allí Hilario se casa con Celina Imoff, y allí siguen viviendo sus hijos y nietos.

Para ver la descendencia de Giovanni (Juan) Alanda (1882 †1946), véase Giovanni.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Josefa Alanda, primera hija mujer de Bartolomeo Luigi y Francesca Carignano, nacida en San Carlos Centro, se casa con Domenico Alasia, hijo de Giorgio Alasia y Margherita Grande, y se radica en Sa Pereyra. Allí nacen sus hijos: Margarita, Jorge, Francisca, Victoria y Bartolomé Alasia. Margarita, casada con Antonio Franco, hijo de Adriano y Margherita Pochettino, vive hasta 1948 en Sa Pereyra, donde nacen sus hijos Elide, Antonio y Josefina. Luego se traslada a San Francisco, donde fallece en 1954. Sus restos mortales descansan en el cementerio de San Francisco. Jorge y Francisca se trasladan a Gálvez, donde viven actualmente algunos de sus descendientes. Victoria Alasia se casa con Siro Forner, con quien tiene una hija: Dominga. Ésta está casada con Rinaldo Magnien, con quien tres hijos: Graciela, Susana y Germán. Bartolomé, último hijo de Josefa Alanda y Giorgio Alasia, vivió primeramente en Sa Pereyra y Angélica, pueblo natal de su esposa Angela Giay, y luego en Rafaela, donde falleció.

Elide Franco, hija mayor de Margarita Alasia, se casa con Anselmo Luis “Chichi” Guerci, con quien vive primeramente en San Francisco. Allí nacen sus hijas: Beatriz, María del Carmen y Silvia. La primera de ellas está casada con Juan Carlos Rolando y tiene dos hijos: Carlos y Pablo. La segunda está casada con Luis Trettel, con quien ha tenido tres hijas: María Eugenia, Carolina María y Julieta. Silvia Guerci, la tercera de las hijas de Elide y “Chichi”, trae al mundo a Franco y Emilio Festa, hijos de su primer matrimono, y está casada actualmente con Jorge Ortiz, con quien vive en la ciudad de Córdoba. Después de residir por largos años en San Francisco, Elide y “Chichi” se mudan a Cosquín, donde su casa pronto se convierte en lugar de encuentro y reunión de parientes y amigos. ¿Cómo no recordar la sabrosa bagna caoda de Semana Santa, hecha por las sabias manos de nuestra querida Elide, o las alegres partidas de naipes o de bochas que organizaba “Chichi”? Elide vive actualmente en Córdoba.

Josefina Franco, hija menor de Margarita Alasia y Antonio Franco, se desempeña durante largos años como maestra en escuelas rurales. Actualmente está jubilada y vive en Villa Allende, donde también viven su hija Sonia, su yerno Luis Gómez, y sus nietos Suyaj y Ligüén. Cristina, la hija mayor de Josefina, está casada con Fabio Ballester, con quien tiene dos hijos: Federico y Luciana, y viven en Fisherton.

Para ver la descendencia de Josefa Alanda de Alasia (1884 †1933), véase Josefa.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de Catalina Alanda de Rossi (1885 †1913 ca), véase Catalina.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de Antonia Alanda de Testa (1887 †1957), véase Antonia.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de María Alanda de Rossi (1889 †1974), véase María.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de Marcos Alanda (1891 †1963), véase Marcos.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de Jorge Alanda (1895 †1957), véase Jorge.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Bartolomé Alanda (1897 †1890) es el decimocuarto hijo de Bartolomeo Luigi Allanda y el duodécimo de la segunda esposa de este último, Francesca Carignano. En 1920, Bartolomé se casa con Irene Bianciotti, nacida el 10 de septiembre de 1902 en Bauer y Sigel, hija de Michele Giuseppe Bianciotti y Maria Rosa Montarsino, ambos inmigrantes piamonteses.

Entre 1921 y 1930 nacen los siete hijos de Bartolomé y su esposa Irene: Anita (1921 †1984), Bartolomé Segundo (1923 †1999), María Magdalena alias Mariquita (1924), Miguel (1925 †1999), Ida Magdalena “Sor Irene” (1926), Fermín (1928 †2006) y Agustín (1930 †1072). Excepto este último, todos ellos nacen en Colonia Margarita y son bautizados en la Parroquia San Vicente de Paul de la localidad de San Vicente. Entre 1929 y 1930, la familia se muda a Campo Quiñones, donde nace el benjamín: Agustín. Éste recibe el sacramento del bautismo en la Iglesia San Martín de Tours de San Martín de las Escobas.

Bartolomé Alanda dedica su vida a las actividades agrícolas y ganaderas. Tiene además una activa participación en los asuntos comunales de San Martín de las Escobas. Bartolomé Alanda fallece el 11 de noviembre de 1980 en San Francisco. Sus restos mortales, como los de su esposa Irene, descansan en el cementerio de San Martín de las Escobas.

Anita Alanda, la primogénita de Bartolomé e Irene, nació el 12 de abril de 1921 en Colonia Margarita. Fue bautizada el 15 de mayo de 1921 en la Parroquia San Vicente de Paul del pueblo de San Vicente y fueron sus padrinos su abuelo paterno Bartolomeo Luigi Allanda (1850-1929) y su abuela materna Maria Rosa Montarsino (1886-1964). Los primeros años de su infancia transcurrieron en el campo y concurrió a la escuela de su pueblo, donde enseñaba a leer y escribir su tío Bautista Alanda. Para evitar que la niña debiera ir y venir entre su casa y la escuela, como lo hacían muchos otros hijos de campesinos, sus padres habían conseguido que su tío el maestro y su mujer, Lucía Dechiara, la tuvieran en su casa. Aquellos años transcurridos bajo el riguroso control de la autoritaria tía no habían dejado en Anita muy agradables recuerdos. Pero la dura disciplina a que había sido sometida acabó pronto, cuando sus padres, tras la llegada de otros hijos, requirieron de su ayuda en la casa. Y así fue como poco a poco Anita fue transformándose, para sus pequeños hermanos, en una segunda mamá. Dar de comer, cambiar pañales, acunar y otras tantas tareas domésticas serían su permanente ocupación hasta pasado el año 1930, cuando ya la familia no aguardaba la llegada de otro niño. Esta primera etapa de su vida, que transcurrió entre Colonia Margarita y San Vicente, culminó cuando sus padres, después de un breve paréntesis en Campo Quiñones, se radicaron en San Martín de las Escobas. Algunos años más tarde, sus salidas dominicales consistirían principalmente en ir a la Iglesia San Martín de Tours, donde después de oír misa, se reunía con otras jovencitas con quienes compartía orgullosamente el título de Hija de María. Pero los sábados también se iba al danzante y fue en una de esas ocasiones cuando Anita conoció a Ricardo Alloa, de quien ya hemos hablado. Anita fallece en 1984 en San Francisco, donde descansan sus restos mortales y los de su esposo Ricardo, muerto dos años antes.

Bartolomé Segundo, el segundo hijo de Bartolomé e Irene, tras vivir en los años de su niñez, adolescencia y juventud en Colonia Margarita y San Martín de las Escobas, se casa en 1962 con Magdalena Nioi, hija de inmigrantes sardos radicados en Mariano Saavedra. Ese mismo año, Segundo se traslada, con Magdalena, a la Provincia de Salta, donde se ocupa de una finca y se asocia con sus cuñados Nioi en la explotación de la mina La Poma. El 14 de abril de 1967 nace su hija Adela, quien vive aún actualmente en la ciudad de Salta con su esposo Pablo Jiménez y sus cuatro hijos: Juan Pablo, Ayelén, Agustín y Luciano. Los restos de Segundo Alanda y Magdalena Nioi descansan en el cementerio de la ciudad de Salta.

María Magdalena o Mariquita, tercera hija de la familia de Bartolomé Alanda, vive sus años de infancia y adolescencia entre Colonia Margarita y San Martín de las Escobas. En 1947, en ocasión de un viaje, con su padre y su hermana Ida Magdalena, a Montevideo, donde esta última debe pronunciar sus votos religiosos, Mariquita conoce a Nelson Rovella (1925 †1999), con quien se casará al año siguiente. Mariquita y Nelson tienen tres hijas: Beatriz de los Angeles, Isabelita y Stella Maris. Mariquita, sus tres hijas y los hijos de las dos primeras de ellas viven hasta el día de hoy en Montevideo. Stella Maris, hija menor de Mariquita y Nelson, desarrolla desde 1980 una brillante carrera artística como directora de teatro.

Miguel Alanda (1925 †1999), segundo hijo varón de Bartolomé e Irene, se casa en 1948 con Eolalia Fagiano (1927 †1999), hija de Bartolomé Fagiano y Margarita Scaglia. Tiene con ella nueve hijos: Juan, Isidro, Osvaldo, Benito, Mario, Daniel, Clelia, Miguel Angel y Rita. El primero y el penúltimo de ellos mueren a poco de nacer. Isidro, Osvaldo, Benito, Mario y Daniel viven en San Martín de las Escobas, al igual que sus hijos y nietos. Rita y su familia viven en San Jorge. Clelia es religiosa de la Congregación Auxiliares Parroquiales de María. Miguel Alanda fallece en 1999 en Rafaela y sus restos descansan en el cementerio de San Martín de las Escobas, junto a los de su mujer e hijos.

Ida Magdalena, más conocida como Sor Irene, es la tercera mujer de la familia de Bartolomé e Irene. Se educa en el colegio de las Hermanas Capuchinas de Sastre, donde durante los años del secundario descubre la vocación religiosa, que la llevará algún tiempo después a tomar los hábitos. A este hecho se debe, como ya hemos visto, que su hermana Mariquita conozca a Nelson, se case con él y viva hasta el día de hoy en la República Oriental del Uruguay. Ininterrumpidamente desde 1947 hasta hoy, Sor Irene ha dedicado su vida a la educación de niñas y adolescentes, desempeñándose como profesora y directora en varias casas religiosas. Reside actualmente en Montevideo, donde se encarga además del Santuario de Belvedere, erigido en memoria de la Madre Francisca Rubatto, fundadora de la Congregación de las Hermanas Capuchinas.

Fermín Alanda (1928 †2006) abandona San Martín de las Escobas y vive durante algunos años en Río Ceballos y Córdoba. En 1958 se casa con Ana María Vaschetto (1936), hija de Juan Vaschetto y Ana María Ramos. Poco después ambos se radican en Rosario, donde Fermín se desempeña como comerciante. Fermín y Ana María tienen dos hijas: Ana María y Beatriz. La primera de ellas vive actualmente en Barcelona, España, y la segunda en Islas Canarias. Los nietos de Fermín y Ana María viven en Buenos Aires.

Agustín Alanda (1930 †1972), el último de los hijos de Bartolomé e Irene, se casa en 1952 con Dora Vaschetto (1930), hija de Santiago Vaschetto y Angela Marucco. Agustín y Dora tienen dos hijas: María Angélica y Ana Rosa. La primera de ellas está casada con César Arri y tiene dos hijos: Alejandro y Pablo. La segunda, Ana Rosa, está casada con Víctor Dona y tiene cuatro hijos: Hernán, Javier, María Emilia y María Cecilia. Agustín Alanda fallece a tan sólo cuarenta y dos años de edad en San Francisco y sus restos mortales descansan en el cementerio de San Martín de las Escobas, junto a los de sus padres. Excepto Alejandro Arri, todos los descendientes de Agustín Alanda viven en San Francisco, Provincia de Córdoba.

Para ver la descendencia de Bartolomé Alanda (1897 †1980), véase Bartolomé.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es
Para ver la descendencia de Luis Alanda (1898 †1973), véase Luis.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Permítaseme dedicar aquí algunas palabras a la centenaria Amalia Gandolfi, viuda de Luís Alanda. De las varias conversaciones que tuve con ella en estos últimos años pude recabar una preciosa información acerca de los más antiguos de la familia Alanda, fallecidos hace ya mucho tempo. Efectivamente, los relatos de tía Amalia, gracias a su avanzada edad y a su portentosa e intacta memoria, muchas veces me dieron pie para ahondar en algunos aspectos de este estudio genealógico que tanto me interesaban. Además ¡cuánta dulzura hay en la infaltable sonrisa con que acompaña cada uno de sus comentarios! Por todo ello y por el ánimo con que siempre ha vivido, expreso una vez más mi agradecimiento a la centenaria tía Amalia.

Para ver la descendencia de Francisca Alanda de Alloa Casale (1898 †1973), véase Francisca.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Concluyendo, conformémonos con decir que los descendientes argentinos de Bartolomeo Luigi Allanda son nada menos que seiscientos cuarenta y siete…

LOS ALANDA DE SAN AGUSTÍN Y SASTRE

La gran mayoría de los Alanda de esta rama, que ya no existen, al menos en este mundo, no dejaron descendencia, y los únicos dos descendientes que aún están en vida tampoco han tenido hijos.

Para ver la descendencia de Santiago Alanda (1887 †1944), véase Santiago.0 Alanda en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

LOS DESCENDIENTES DE AGNESE ALLANDA

Entre los descendientes de los Allanda de Cavallermaggiore que emigraron a la Argentina a partir de 1870 también debemos mencionar a Magdalena Mulassano (n. 1828 en Cavallermaggiore), hija de Luigi Mulassano y Agnese Allanda, como asimismo a Giuseppe Mulassano (n. 1862), hijo de Giovanni Maria Mulassano y Valentina Garnero, y nieto de los mencionados Luigi Mulassano y Agnese Allanda.

A su llegada a la Argentina, alrededor de 1870, Magdalena Mulassano, conjuntamente con su esposo Domenico Allasia y sus hijos Lucia, Agnese, Francesca, Bartolomeo Tommaso y Seferino se afincan en Colonia Emilia, Provincia de Santa Fe, donde hasta el día de hoy viven sus descendientes.

Para ver la descendencia de Maddalena Mulassano y Domenico Allasia, véase Maddalena.0 Mulassano en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

Como ya hemos dicho, hacia 1880, también abandona su Piamonte natal Giuseppe Mulassano (n. 1862), sobrino de la mencionada Maddalena Mulassano, cuya descendencia acabamos de ver. También Giuseppe se radica en Colonia Emilia, donde en 1884 contrae matrimonio con Ernesta Riboldi, inmigrante italiana.

Para ver la descendencia de Giuseppe Mulassano, véase Giuseppe.0 Mulassano en http://gw1.geneanet.org/index.php3?b=hugoalloa_w&lang=es

3 - DOCUMENTOS ANEXOS

- Giuramento di fedeltà prestato da alcuni uomini di Carmagnola al Marchese Manfredo di Saluzzo. 16 gennaio 1204.
- Sentenza arbimentrale pronunciata da Manfredo Marchese di Saluzzo, colla quale si determinano le famiglie nobili di Carmagnola e quelle appartenenti ai quattro Ospizi, e si stabilisce che in consiglio debbano essere 20 nobili e 20 popolani. 23 agosto 1312.
- Designación de sindaco de Petrus (Pietro) Aloa, año 1535.
- Designación de sindaco de Petrus (Pietro) Aloa, año 1540.
- Designación de sindaco de Petrus (Pietro) Aloa, año 1542.

4 - BIBLIOGRAFÍA

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